Una pelea entre internos en la cárcel de Sevilla II acaba con uno de ellos con quemaduras en los ojos, ya que se utilizó lejía durante el ataque entre presos. El incidente, producido la mañana de este sábado en el módulo 4 de la prisión ubicada en la localidad sevillana de Morón de la Frontera, requirió de la actuación de los servicios sanitarios.
Este sistema se está "poniendo de moda" en los últimos tiempos en las prisiones de todo el Estado, tanto entre internos como para agredir a funcionarios. Como muestra de ello está la agresión sufrida por un funcionario del centro penitenciario de Monterroso, en Lugo, el pasado mes de marzo.
Las prisiones proporcionan lejía a los internos una vez al mes, dentro de un lote higiénico, para que mantengan limpias sus celdas, como marca el reglamento penitenciario. A los presos se les proporciona las cantidades necesarias para mantener en condiciones higiénicas sus estancias. Los ordenanzas manejan mayores cantidades, para las zonas comunes. En las últimas semanas, esta lejía está siendo utilizada cada vez con más asiduidad para atacar a otros internos o a funcionarios.
La rápida intervención de los funcionarios destinados en el módulo 4 de la prisión de Sevilla II evitó males mayores, pero la asociación Tu Abandono Me puede Matar (TAMPM) vuelve a denunciar la escasez de medios materiales y de personal con los que cuentan los empleados públicos para enfrentarse con este tipo de actos y otros aún más peligrosos que atentan contra su seguridad personal.
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