La IV Cumbre de la ONU sobre Financiación del Desarrollo ha arrancado este lunes en Sevilla con una potente llamada de líderes mundiales a reformar el sistema económico global y multiplicar la inversión en los países más vulnerables. La agenda comenzó con una cena de gala la pasada noche en el Alcázar, ofrecida por los Reyes de España, y ha dado paso este lunes a una intensa serie de encuentros políticos y empresariales que se prolongarán hasta el jueves.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha sido tajante. "Yo pienso que lo que es natural es que si un país considera que tiene que incrementar gastos de defensa debe utilizar sus recursos propios para eso y no financiar el incremento del gasto de defensa con la reducción de la ayuda humanitaria a los pueblos más desprotegidos del mundo”. Sus declaraciones llegan tras la decisión de los países de la OTAN de elevar el gasto militar hasta el 5% del PIB.

A pesar del contexto global convulso, Guterres celebró la adopción del Compromiso de Sevilla, que marca un avance respecto a la Cumbre de Adís Abeba y allana el camino hacia futuras reformas. "Sabemos que hay resistencias, sabemos que esencialmente es una cuestión de poder. Pero tenemos un mensaje claro al poder: es mejor para ellos vivir las reformas del sistema ahora que esperar y sufrir en algún momento las resistencias luego cuando las relaciones de poder cambien", sentenció el líder de la ONU.
Las empresas, clave
En la apertura del foro empresarial de la cumbre, Pedro Sánchez hizo un llamamiento directo a las empresas para que inviertan en los países en desarrollo: "Necesitamos que la comunidad empresarial nos acompañe. Necesitamos que apuesten por los países en desarrollo, que inviertan allí donde otros sólo ven incertidumbre, que ayuden a crear riqueza, empleo, tecnología y cadenas de valor sostenibles". El presidente español defendió que el desarrollo sostenible solo será posible si se incluyen a todos, y pidió a las compañías que apuesten por crear riqueza, tecnología y cadenas de valor sostenibles en regiones que hoy son vistas como arriesgadas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, alzó la voz contra la vuelta a una lógica de guerra comercial. "Es una aberración", señalaba, "que los más fuertes usen los aranceles como forma de chantaje”, denunció, defendiendo un comercio internacional “libre y justo” que permita a los países más pobres generar valor económico. Agradeció además a su “amigo" Pedro Sánchez por la organización del evento, y adelantó que la financiación del desarrollo será eje de su presidencia del G7 en 2026.
Uno de los momentos más tensos llegó con la intervención del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien cargó con dureza contra el Fondo Monetario Internacional. Si el FMI no se reestructura, debe "liquidarse como institución multilateral". El desarrollo, ha venido a decir el presidente colombiano, no es posible si a los pueblos, con deuda de país, se les machaca. "No queremos morir ni extinguirnos", proclamó. El francés, en el fondo, dejaba un mensaje reactivo o reformista, alentando a las posibilidades. Pero Colombia, en su posición de país aún en camino de los estándares occidentales, con una enmienda a la totalidad del sistema. Son varios mundos los que se citan, así, en Sevilla.
Ningún país puede hacer frente por sí solo al cambio climático, la sostenibilidad de la deuda, la creciente desigualdad o la financiación para el desarrollo.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 30, 2025
No llegamos a ninguna parte cuando actuamos solos.
Pero podemos alcanzar cualquier objetivo cuando actuamos juntos. pic.twitter.com/VYVlc4Pyoa
Desde el ámbito económico, el ministro español Carlos Cuerpo urgió a actuar con ambición para movilizar inversión privada y coordinar metas públicas. La vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, respaldó esa urgencia. Por su parte, el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y la profesora Mariana Mazzucato coincidieron en que la inversión privada debe estar bien diseñada, con condiciones específicas y un reparto justo de riesgos y beneficios.
En el mismo sentido se expresó José Viñals, copresidente de la Alianza de Inversores Globales para el Desarrollo Sostenible, quien remarcó que cerrar la brecha en inversión no solo es necesario, sino que también “tiene sentido comercial”. Guterres añadió que hay que multiplicar los recursos y desbloquear el capital privado mediante un entorno normativo adecuado. Porque el desarrollo no puede esperar.