El 4 de mayo el San Fernando Club Deportivo descendía a Tercera Federación. Lo hacía tras descender doce meses antes a Segunda Federación y comenzar la temporada con el objetivo de recuperar la categoría. Hasta aquí (y aunque hay más sombras que luces) todo entra dentro de las posibilidades y la imprevisibilidad del deporte. El gran problema ha llegado en los 40 días que suceden a la catástrofe deportiva.
Tras consumarse el fracaso, el presidente de la entidad, Louis Kinziger, comunicó a los medios locales su intención de dimitir de su cargo a lo largo de la semana posterior. Sin embargo, durante los días siguientes esa promesa no se materializó. El francés ha continuado como máximo responsable de la gestión de un club que pertenece al fondo MTM, con sede en Emiratos Árabes, y cuyo propietario ha aparecido por la ciudad en contadas ocasiones.
Mes y medio después no existe ninguna comunicación oficial en la que se haya confirmado la marcha de Kinziger pese a que los rumores indican que ya no 'pinta' nada en el club. A pesar del anuncio tajante instantes después de consumarse el descenso, el dirigente azulino ha terminado optando por la opción más perjudicial para el club: estar (de forma oficial y legal) como si no estuviera.
El apagón se ha prolongado hasta hace una semana, cuando los accionistas minoritarios lograron mantener un encuentro con él en la sede del club. Allí, más allá de confirmarse que el presidente estaba vivo, se aclararon pocas dudas y se insistió en lo que ya se sabía. Kinziger confirmó su marcha pero pidió diez días para encontrar a alguien que le sustituyera en sus funciones. Un par de días después se llevó a cabo la primera protesta por parte de algunos aficionados. Nada ha servido para que el club retome la actividad. Los diez días se cumplieron este lunes y en el San Fernando CD sigue sin haber noticias por lo que muchos aficionados se ponen ya en lo peor.
Con lo narrado podría parecer que los problemas y el apagón informativo sólo existe entre el club y la afición, pero la realidad es que desde el anuncio del presidente tras el descenso, los trabajadores del club no tienen interlocutor para planificar la próxima temporada. La situación llega al punto de que entrenadores de diferentes equipos del San Fernando CD están trabajando a ciegas para organizar el curso siguiente por el vacío de poder que existe actualmente.
Sin noticias para la próxima temporada
La situación hace que, por ejemplo, el senior femenino que finalizó la temporada celebrando un ascenso, no sepa en qué categoría va a jugar el próximo año. Esto, a pesar de la rumorología, no significa que se vaya a renunciar a la plaza, pero la realidad es que nadie en el club puede confirmar vaya a disputar la categoría ganada en el terreno de juego. Como ellas, el resto de equipos que componen el San Fernando CD, incluido el primer equipo masculino.
La incertidumbre es total y el grupo emiratí no da señales de vida pese a que desembarcó en La Isla con promesas grandilocuentes. Algunas estrictamente deportivas, como que San Fernando tendría un equipo en el fútbol profesional más pronto que tarde (cinco años después, la entidad se encuentra en la quinta categoría del fútbol español); otras, referentes a infraestructuras como una ciudad deportiva de la que ya nadie sabe nada. A ello hay que sumar que el Ayuntamiento se encuentra en el periodo de licitación de un nuevo estadio. Un proyecto que nació con el equipo en Primera Federación y que habrá que ver cómo acaba y dónde está el equipo si la primera piedra se termina poniendo en Bahía Sur.