La plaza Plateros es un punto neurálgico en lo que a la hostelería de Jerez se refiere, tal vez junto con la pionera (y durante meses machacada por las obras) Rivero y la propia plaza del Arenal, el ‘salón’ de la ciudad que en su día ya planteó Pedro Pacheco y que nunca terminó de ser.
La plaza Plateros es ese sitio en el que a mediodía y primera hora de la noche confluyen locales y foráneos a tomar vinos y cervezas e incluso a almorzar y a cenar, de picoteo o más formal, más de diez locales a pleno funcionamiento si se tiene en cuenta el inicio de la calle Francos y de Tornería.
El caso es que los movimientos en Plateros son continuos y se espera que haya más a medio plazo. Hace unos días lavozdelsur.es ya avanzó que El Espartero, cerrado desde poco antes de Feria, tiene previsto mudarse al local de la antigua confitería de toda la vida. Esa reapertura podría llevarse a cabo a comienzos del próximo mes de julio, aunque hay que decir que decir que en el local no se detecta ningún movimiento que haga pensar que vaya a abrir de manera inminente, la próxima semana. La antigua confitería ya ha sido adaptada como bar –de hecho, durante poco más de un mes albergó un establecimiento, El Rincón de la Solera, que no pudo remontar el vuelo– aunque los propietarios del local y de todo el inmueble, son de la misma familia, no estaban, en principio, muy por la labor de tener un bar –y su correspondiente terraza– debajo de sus viviendas, no han encontrado una alternativa viable para el local en otros sectores tras la jubilación de la persona que regentaba la confitería y el cierre de la misma.
De forma paralela, es curioso lo que ha ocurrido con la antigua 'sede' de El Espartero. Desde hace cosa de un par de semanas, el restaurante vecino, Gabriela, ha puesto en la antigua zona de terraza que ocupaba dicho local, que es de su propiedad, unas sillas y mesas altas que difieren por completo de la estética y el planteamiento tradicional –mesas y sillas bajas– de su propio estilo. De hecho, al ver dichas mesas, más de un habitual de la zona, despistado, pensó que, al final, El Espartero reabría en su mismo local, pero no. El local en el que estaba El Espartero, hay que decirlo ya, es de la misma propiedad que Gabriela, que lo está utilizando como local auxiliar del negocio y ahora suma a su terraza el espacio delantero como una parte adicional con esa diferencia. Con este planteamiento, está claro que busca más un público que no quiere almorzar o cenar de manera formal y lo que quiere es tomarse el aperitivo, una simple tapa o incluso una copa por la noche.
El gran tema pendiente de Plateros
Pero queda hablar del ‘gran tema’ que tiene pendiente la plaza Plateros. Se trata del local de Franco Pozo, comercio que cerró sus puertas hace ya varios años. Hasta donde ha podido saber este medio, el local, que tiene tres plantas, tendrá también uso hostelero, aunque se trata de un proyecto más a medio plazo, ya que hay que efectuar importantes reformas y ajustar una propuesta para un proyecto y un local que están llamados a ser de referencia en el centro de Jerez. La idea de partida, según ha comentado a este medio alguien que ha tenido contactos, es la de aprovechar la parte de arriba como restaurante y enfocar la de abajo y la terraza en bar con tapas, sin renunciar a algo tan en boga como el ‘tardeo’. Ya decimos que se han producido distintos contactos y que uno de las propuestas, en la que participan varios socios de la hostelería jerezana, podría estar bastante avanzada. Se trata de una inversión de envergadura que, como se dice en el mundo de los negocios, solo puede ser ganadora.