La larga conflictividad que viene arrastrando desde hace años la Banda Municipal de Música parece que apunta un futuro más cierto que incierto. Ahora, de tener la “certeza” de querer dejar morir a la formación, se ha pasado a que “se apueste por el futuro y la continuidad”. Así lo ha manifestado a este medio el director de la banda, Luis Alfonso Román, que junto a otros componentes ser reunieron con la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo.
En un nota del gobierno local se habla de medidas tendentes a la consolidación y dignificación de la institución como compromiso asumido por parte de la regidora jerezana. En esto, el director divide las reivindicaciones en dos frentes. El primero y tal vez más trascendente, es solucionar la situación laboral de los músicos en la Relación del Puestos de Trabajo (RTP) del Consistorio para situar a los músicos “en la categoría que nos corresponde”. Actualmente están en la E, la más baja de la RTP , “pese a que tenemos una sentencia a nuestro favor en la que se recoge el estatus de cada músico, según los estudios de cada uno de ellos”, explica el director.
"Lectura frívola" de la sentencia
De esta forma, hay músicos cuyo nivel debería ser el A, el más alto, “pero el anterior gobierno local hizo una lectura errónea la sentencia y nos trasladaron a la categoría mas baja. El gobierno de Mamen Sánchez no cumplió y lo que hicieron fue acatar la sentencia con una lectura frívola y buscando el deterioro de la banda”. A juicio de Román, se buscaba “una ruptura entre los compañeros además que del cansancio de todos se desembocara en la desaparición de la banda”. En este sentido, afirma que la situación forzó que muchos de los componentes buscaran otros trabajos, dejando la banda, “creo que ese era objetivo, que fuera imposible la continuidad”.
“A mí me quitaron 500 euros de sueldo en el año 2019, meses después de que el delegado de Cultura de entonces, Francisco Camas, me propusiera mi regreso como director, al estar en excedencia, con unas nuevas condiciones, que pasado el tiempo no se respetaron bajándome el sueldo y el de todos los músicos”, cuenta como experiencia personal el director. Este lunes hubo ensayo, dentro de los habituales dos días a la semana en Sala Compañía. Ciertamente las caras eran otras ante la nueva perspectiva que se abre para los componentes. Están viendo la luz al final del túnel. Eso después de tantos años de dura pelea es algo que aporta confianza y ganas.
Cuando los integrantes de la banda cobraban mediante unas becas, las había de tres categorías. La primera ascendía a 360 euros, la segunda a 298 euros, y la tercera era de 180. A día de hoy tras una nueva bajada previa, el que más cobra está alrededor de 240 a 300 euros, dependiendo de los trienios acumulados.
Plus por los actos importantes y complemento específico
La primera medida, adelantada por el gobierno municipal, es crear complemento que incrementa en 250 euros por cada acto importante en los que interviene la formación de manera oficial: la procesión de la Merced, la Pisa Uva, el acto del traslado del Pendón, el pregón de la Semana Santa y la procesión del Corpus. Así, cada músico incrementará sus haberes en 1.000 euros al año. Asimismo se estudiará dotar a cada uno de un complemento específico al mes.
Además, el apartado de dignificación de la banda pasa necesariamente por incrementar el número de músicos. Ahora son un veintena, una cifra claramente insuficiente. La ideal se sitúa entre los 45 ó 50. El director comenta que el compromiso es hacerlo de una "forma realista”, en función de la economía municipal, “buscando un sistema mediante becas o colaboraciones para poder incrementar los componentes y también con contratación de músicos dentro de esa realidad económica a la que hemos aludido”.
“El gobierno lleva tres meses y ya ha hecho más que el anterior. Hemos tenido más reuniones en este tiempo que en ocho años”, pone de manifiesto Luis Román, que ante la cuestión de confiar o no ante los compromisos contraídos, resalta que “la actual alcaldesa se preocupa por la banda y agradece de forma personal cada actuación”, algo que, declara, ayuda a un acercamiento que nunca han tenido. “Hay ganas de que la banda no muera y revertir la situación actual. Se respira un alivio y estamos a la espera, aunque ya nos cansa lo de esperar después de tanto tiempo”, concluye.