Donald Trump podría declararle la guerra a Venezuela esta misma noche durante el discurso a la nación. Así lo asegura el periodista y activista ultraconservador Tucker Carlson, que afirma haber recibido esta información de un miembro del Congreso.
Carlson ha señalado que “se ha informado a los miembros del Congreso de los Estados Unidos de que se avecina una guerra y que el presidente la anunciará en un discurso a la nación esta noche a las 21 horas (dos de la madrugada en España)”.
El origen de la crisis en el Caribe
La actual crisis estadounidense-venezolana se remonta a finales de agosto de 2025, cuando Washington incrementó de forma notable la presencia de tropas navales en el sur del Caribe. La Administración Trump justificó entonces el despliegue como una operación para combatir el narcotráfico próximo a las costas venezolanas, enmarcándolo dentro de una estrategia más amplia contra lo que calificó como narcoterrorismo.
En ese contexto, Trump ordenó a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos emplear la fuerza militar contra determinados cárteles de la droga hispanoamericanos, a los que definió como organizaciones terroristas. Esta decisión marcó un punto de inflexión en la política de seguridad regional y elevó la presión directa sobre Caracas.
Escalada política y riesgo internacional
La situación se ha agravado este diciembre tras decretar Trump un “bloqueo total” contra buques petroleros sancionados vinculados a Venezuela y desplegar la mayor flota naval vista en la región en décadas. Washington defendió la medida como una ofensiva contra el narcoterrorismo y reclamó la devolución de activos que considera “robados”.
El gobierno de Nicolás Maduro respondió calificando la operación de “piratería” y de “amenaza grotesca”, denunciando ante la ONU la incautación de crudo venezolano. Aunque Caracas sostiene que sus operaciones continúan con “normalidad”, diversos analistas advierten de que la presión financiera podría provocar un fuerte impacto en los ingresos fiscales, con consecuencias para el suministro interno y la estabilidad regional.
Mientras los precios internacionales del petróleo reaccionan al alza, la comunidad internacional sigue la evolución del conflicto con creciente preocupación. Países como México y distintos organismos han reclamado una desescalada inmediata para evitar un enfrentamiento armado de mayores proporciones en el Caribe, en un momento marcado por la incertidumbre ante un posible anuncio presidencial desde Washington.


