Jerez, 2022: ¿rojo o azul?

El debate sobre el estado de la ciudad se juega entre la realidad de un gobierno local que vende su propio universo de bonanza y una oposición que cree que no es suficiente y que falta un modelo a seguir

La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, presidiendo el debate del estado de la ciudad.

Como en todo debate del estado de la ciudad que se precie —véase también de la comunidad, del Estado…—, la visión del gobierno y la de la oposición está a varios kilómetros de distancia. Mientras el ejecutivo local se centra en destacar logros e hitos, más o menos importantes, los partidos que se sientan en la bancada de enfrente —o de los lados— resaltan los deberes pendientes que sigue teniendo Jerez, mayormente.

A un año vista de las elecciones municipales de 2023, en la que se pondrá a prueba la valoración de la gestión del gobierno socialista —y cuyo futuro gobierno dependerá del peso de Vox en el futuro pleno y de la forma de concurrir de las opciones de izquierda, entre otras casuísticas—, la alcaldesa Mamen Sánchez habla de la “confianza” de los inversores en la ciudad, y de la “estabilidad” que aporta el ejecutivo local y, por supuesto, de la oportunidad que suponen los fondos Next Generation, que está por ver cómo se terminan ejecutando.

Hay en el pleno municipal de Jerez una fragmentación nunca antes vista, con varios partidos, agrupaciones de electores y concejales no adscritos que hacen que el debate sobre el estado de la ciudad, celebrado este lunes 4 de abril, se alargue sobremanera, ya que cada uno cuenta con media hora —como máximo— de turno de palabra, con la consiguiente réplica de la alcaldesa cuando acaba la ronda completa.

De mayor a menor representación, interviene la alcaldesa, seguida del PP —el grupo municipal socialista, al estar en el gobierno, no intervino como tal—, Ciudadanos, Podemos, IU —por separado, tras la ruptura de Adelante Jerez—, Ganemos, y los ediles no adscritos Ángel Cardiel —expulsado de Podemos— y Francisco Zuasti —incorporado al pleno tras la marcha del edil popular Antonio Montero, al ir en las listas del PP—.

Un miembro de Vox, presente en el debate.  MANU GARCÍA

Una vez puestas las fichas sobre el tablero —para los más despistados o menos duchos en la composición actual del pleno municipal—, el desarrollo del debate sobre el estado de la ciudad no presenta grandes sorpresas. ¿Jerez está mejor que hace tres años, cuando se celebraron las últimas elecciones, o que hace siete, desde que gobierna el PSOE? Pues depende de quien responda la pregunta, claro.

La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, habla del “efecto imán” que vive la ciudad, ya que “la inversión llama a la inversión”, y en eso se está mejorando. No opina lo mismo el líder de la oposición, el popular Antonio Saldaña, quien dice que el gobierno local vive “en los mundos de Yupi”, una referencia ochentera que no pasa de moda.

Entre los logros destacados por la alcaldesa socialista están la concesión de licencias para 136 viviendas durante 2022 —con una inversión superior a 23,5 millones entre este año y el pasado—, la rehabilitación y expropiación de viviendas o parcelas abandonadas en el centro histórico sobre todo, la inversión de siete millones de euros en distintos distritos de la ciudad, o de dos millones de euros en la zona rural, la reducción de la deuda —sin ahondar mucho en datos— o el impulso de vivienda protegida para jóvenes, con un proyecto que verá la luz próximamente.

La inversión de 2,2 millones para mejorar equipamientos e instalaciones deportivas —pistas de atletismo de Chapín, pistas de Icovesa o La Asunción—, los 750.000 euros destinados a acciones de formación para el empleo —con cargo al Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020 (Feder)—, las más de 17.000 familias jerezanas atendidas por los servicios municipales durante 2021, los 700.000 euros de ayudas al alquiler o las ayudas a sectores estratégicos durante la pandemia —600.000 euros en 2021 y 700.000 euros en 2022—, también están entre los logros expuestos por Sánchez.

“Este gobierno defiende la política útil, y valores como el respeto y la compasión, está a pie de calle pero a la altura”, defiende la alcaldesa. Enfrente, el primero en responder es Antonio Saldaña, líder del PP jerezano, que lo primero que hace es hablar del congreso nacional del PP y del desmentido del “bulo de la cobra”, que supuestamente le hizo unos días antes el presidente andaluz Juan Manuel Moreno —le pareció importante aclararlo—.

El líder del PP, Antonio Saldaña, en el debate junto a sus concejales.  MANU GARCÍA

Una vez descabalgado Casado de la dirección del PP, ahora Saldaña es Feijóo-lover. Y para él, las políticas aplicadas en Galicia por el nuevo líder nacional de los populares son extrapolables a Jerez. Como las que hace Moreno en Andalucía. Esas también, claro. El PP es, para Saldaña, “un partido de centro, moderado, español, andaluz y jerezano”, que está “preparado” para volver a gobernar la ciudad.

“Jerez nos está esperando, siempre espera al PP en los momentos difíciles”, dice, antes de deshacerse en elogios hacia los ciudadanos, asociaciones vecinales, entidades sociales, culturales y sindicales del municipio, así como trabajadores municipales —a saber qué pensarán quienes fueron incluidos en el ERE municipal de 2012— y privados, “sin distinción de sexo, credo, raza o religión”.

“El gobierno que dirige la ciudad no es el mejor gobierno para el momento que nos ha tocado vivir, es legítimo, pero no es el mejor posible”, dice Saldaña, rebajando el tono mostrado en anteriores ocasiones —¿ya se nota la influencia de Feijóo?—. Una vez más, habla del “gran Jerez”, de que la ciudad debe ser tratada como capital. El líder del PP quiere imponer el relato de que se ve como alcalde, por eso concluye que cuando llegue a la Alcaldía impulsará sectores como el tecnológico, el agroindustrial y el logístico. “Jerez tiene futuro, los jerezanos tenemos un futuro juntos”, concluye.

El portavoz de IU en la ciudad, Raúl Ruiz-Berdejo, le recuerda que hay grupos políticos —como el suyo— “con memoria”, que no olvidan el paso del PP por el gobierno local, entonces con María José García-Pelayo como alcaldesa y Antonio Saldaña como teniente de alcaldesa. “El de 2012 era un Jerez depresivo, triste, oscuro, que batía récords de paro, de facturas en los cajones… el Jerez de la Gürtel pero también de la crispación y la protesta; lamoto que nos ha querido vender Saldaña está gripada”.

Miembros del gobierno local del PSOE, en un momento del debate.  MANU GARCÍA

IU es exigente con la gestión del gobierno socialista —"hemos avanzado en muchas cosas pero no es suficiente"—, aunque sin meter mucho el dedo en el ojo al ejecutivo que apoyó en la investidura, y del que según se desprende de las declaraciones de Raúl Ruiz-Berdejo, quiere formar parte si se dan los números. "Quien no sume por Jerez, definitivamente resta", proclama, en rerefencia a otros grupos políticos —solo él sabe exactamente cuales—.

En Ciudadanos, representados por su portavoz Manuel Méndez, no pierden la ocasión para sacar pecho de la gestión del partido naranja en la Junta de Andalucía y su influencia en Jerez, como el pago del canon a Dorna para la celebración del Gran Premio, el impulso al Museo del Flamenco de Andalucía, al eje del Arroyo, las "inversiones en colegios", o la reforma de la residencia de La Granja. "Jerez necesita un gobierno estable que haga políticas basadas en las personas", dice Méndez, criticando la "falta de transparencia" del gobierno local, que no es capaz de reducir la "losa" de la deuda municipal y que tiene al Ayuntamiento con el Presupuesto de 2020 prorrogado.

"El estado en el que se encuentra el municipio es desolador", dice Rocío Monedero, de Podemos —ya no va junto a Ruiz-Berdejo en la coalición Adelante Jerez—. "No queremos ser injustos, porque somos conscientes de la lamentable situación de la que se partía", aclara, pero critica la falta de políticas verdes en Jerez —"la contaminación ambiental es cuatro veces la recomendada por la OMS"—, el alto desempleo, la falta de inversiones en zonas degradadas o el "grave problema" que supone la falta de vivienda social. Ángeles Kika González, portavoz de Ganemos Jerez, cree que "el Ayuntamiento puede dar más de sí", y anima al ejecutivo socialista a "tener gestos más valientes hacia los sectores más vulnerables".

Raúl Ruiz-Berdejo, en primer término, junto a Rocío Monedero, con Ángel Cardiel detrás.  MANU GARCÍA

"No tiene sentido estar en política para decir a todo que no, el espíritu de Ganemos es de cooperación", agrega Kika González, quien critica que haya que estar "tirando" del gobierno municipal para que no gire hacia "políticas continuistas que se deben superar". Ampliar el parque público de viviendas, fomentar la rehabilitación, luchar contra los desahucios, dar pasos hacia una ciudad "más segura e inclusiva" o mirar más al Jerez rural son algunas de las peticiones que hace la agrupación de electores. 

Los concejales no adscritos, Ángel Cardiel y Francisco Zuasti, centran sus intervenciones en distintos puntos. El primero en criticar el servicio de transporte urbano de la ciudad —falta de paso de autobuses, horarios desfasados...—, pero también la "enorme deuda" del Ayuntamiento, la "privatización de servicios públicos" o la falta de información que puede encontrarse un turista que consulte la web turística municipal. En la parte positiva, para Cardiel, "la venta forzosa de inmuebles" impulsada por el ejecutivo local o la "firmeza" en la lucha contra el virus. Zuasti, tetrapléjico tras sufrir un accidente laboral, abandera las reclamaciones de las personas con discapacidad, como el derecho a la vivienda o la accesibilidad a edificios públicos, entre otros asuntos. 

Un debate sobre el estado de la ciudad, puede que el último del mandato, celebrado a poco más de un año de vista de la próxima cita con las urnas en clave local. Entonces se verá qué balance hacen los ciudadanos. 

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