El mismo día en el que el candidato del PP a la Alcaldía, Antonio Saldaña, solicitó a la Junta de Andalucía que trabaje para devolver la Fórmula 1 al Circuito de Jerez-Ángel Nieto, arrebatándole la prueba a Montmeló a tenor de la "inestabilidad política de Cataluña", el vicepresidente de Cirjesa y delegado municipal de Economía, Santiago Galván, ha advertido al líder popular jerezano que "ya llega tarde", al tiempo que le ha instado a que "deje torpedear" y permita "trabajar de forma leal y discreta a los que sí nos gusta nuestra ciudad y queremos lo mejor para ella". De alguna manera, el edil socialista se ha visto obligado a deslizar públicamente que el Consistorio jerezano, de la mano de otras administraciones como la propia Junta y Diputación, ya están alerta sobre el acontecer del evento en Cataluña, cuyo contrato expira el próximo año sin que hasta la fecha esté en marcha la renovación, y su posible regreso al trazado jerezano 30 años después de que se disputara por última vez.
"Una vez más —ha respondido Galván—, el concejal Saldaña actúa de forma torticera, con una maniobra oportunista, vulgar e impropia de un concejal de una ciudad como es Jerez". En este punto, ha proseguido, "le pediría que nos deje trabajar a aquellos que sí estamos demostrando que queremos a nuestro Circuito y a nuestra ciudad, y que somos capaces de negociar y de atraer pruebas en condiciones asumibles y muy interesantes".
Sin mencionar en ningún momento la posibilidad de que Jerez recupere la Fórmula 1, algo recurrente entre los anhelos y promesas de los dirigentes políticos de la ciudad en las dos últimas décadas, el responsable local ha añadido: "Le pediría que se mantenga al margen, que no torpedee y nos deje trabajar, porque ya llega tarde, ya llega tarde, y le pediría que por favor deje de hacer política con un asunto tan importante como es el Circuito; tiene que dejar trabajar a los que nos gusta nuestra ciudad y queremos lo mejor para ella, y tenemos que estar centrados en un trabajo leal y discreto, pero siempre pensando en el bien de Jerez y no en los intereses partidistas que es lo que siempre mueven a este señor y al PP".
A Montmeló le queda una edición por contrato como sede del Mundial de F1 y, de no ser por la ausencia de Gobierno en la comunidad autónoma, ya deberían haber comenzado las negociaciones con Liberty Media, propietaria de los derechos del gran circo automovilístico, para la continuidad de una prueba que este trazado alberga el GP de España de forma ininterrumpida desde 1991, un año después de que el trazado jerezano perdiera la prueba (en octubre de 1997 se celebró una carrera "accidental"). La Generalitat es la propietaria del circuito en su 76% (el RACC tiene un 16% y el Ayuntamiento de Montmeló un 8%).
Ni qué decir tiene lo que supondría para Jerez rescatar la prueba. Aunque la inversión en concepto de canon se acerca a los 20 millones de euros, los retornos y el impacto económico y en promoción rozan los 150 millones de euros, tanto de forma directa por los miles de asistentes, como por los 3.000 empleados que trabajan y 800 periodistas que se acreditan en el evento deportivo. Después de Malasia, esta prueba del Mundial es la más rentable y, evidentemente, celebrar una competición de este nivel en la ciudad dispararía su proyección internacional, pero también la de Cádiz y Andalucía. El Circuito de Jerez requeriría, además, de inversiones en infraestructuras, pero todo sería poco con tal de devolver a la ciudad un evento deportivo de impacto mundial que reportaría pingües beneficios directos e indirectos a la zona.
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