El artista Fernando Toro Píriz ilustra los abanicos que La Voz del Sur repartirá desde esta misma noche y durante varios días en el Real del González Hontoria.
lavozdelsur.es, aunque de manera modesta, ha querido tener presencia en la Feria del Caballo 2015 editando 10.000 abanicos, que se repartirán desde esta misma noche y durante varios días en el González Hontoria, y cuyo diseño ha correspondido al artista jerezano Fernando Toro Píriz (Jerez, 1959).
Adaptado de un cuadro presentado por el pintor para competir por el cartel oficial de la Feria del Caballo hace algunos años, representa prácticamente todos los elementos que componen la fiesta. “Es un cuadro muy feriante y en el que creo que se representa la Feria a la perfección, por lo menos lo que yo he vivido”, explica el artista. El caballo, el jinete, la flamenca, el coche de caballos, el jaleo del templete, pero sobre todo se representa el diálogo de los dos personajes centrales, “un diálogo que está lleno de colores, porque yo entiendo que entre él y ella lo que hay es algo mágico, algo maravilloso. No están hablando de Bárcenas ni de esas cosas por el estilo, sino de cosas muy bonitas, de la primavera”.En el cuadro priman fundamentalmente tres colores: el verde, el azul y el amarillo. “Como cartel que es, simplifiqué los colores, los puse planos, y son muy controvertidos ese verde, amarillo y azul que de alguna forma me persiguen mucho, sobre todo el amarillo y el azul, ya que son constantes en mis cuadros”, explica Fernando Toro, aclarando que eso se debe a una mera “cuestión de gustos, no es algo premeditado”.
Podría decirse que la Feria, con todos sus elementos, colores, sonidos y hasta incluso olores, puede ser fuente de inspiración para los artistas, pero para Fernando Toro, nada más lejos de la realidad. “Si te fijas no hay ninguna obra artística importante relacionada con la Feria. No creo que sirva de inspiración. Aquello es un manicomio para volverse maravillosamente loco y dejarse llevar por el torbellino que es la Feria. Yo creo que la inspiración es el ir a vivirla, ver esos caballos, ese color, ese vino, esas comidas, esas mujeres vestidas de flamenca… Pero después, a la hora de interpretarlo, pues como que no hay grandes cosas. Y si hay alguna decídmela, porque yo no las he visto”.
Artista polifacético, Fernando Toro es sobre todo pintor “desde que me levanto hasta que me acuesto. Decía mi mamá que desde que tenía los dos añitos ya subía las escaleras para buscar a mi padre a su estudio a que me diera cartones, pinceles y colores”. En su vida artística ha habido dos referentes: el toro y el caballo.
Su pasión por el toro le sirvió para hacerse en 2003 con el primer premio del cartel Taurino de El Puerto de Santa María, dedicado al Centenario de Rafael Alberti, a la postre el único que se le ha premiado. Por eso, recuerda con cariño cómo se fraguó. “Estaba en el Ayuntamiento solicitando una sala de exposiciones, y como vieron que yo era muy taurino me dijeron que me llevara las bases del concurso. Total, que al llegar al estudio las leí y parecía que estaban hechas a mi medida. Rafael Alberti escribió un poema hablando del toro azulón, y a raíz de ese poema, y como el azul es un color muy vinculado a mi trabajo, y el toro también, me puse a pintar ese cartel a conciencia. Y me lo acabé llevando”.
Ya en Jerez, también ilustró la feria taurina de 2012 con un cartel en el que el protagonista era el diestro Juan José Padilla. El mismo fue un ofrecimiento que el artista le hizo a la casa Matilla, empresa que gestiona la plaza de toros jerezana, para homenajear al Ciclón de Jerez tras la pérdida de un ojo tras ser corneado durante una corrida.
En cuanto al caballo, su otro gran referente, señala Toro que desde hace tres o cuatro años le está dedicando más tiempo “pero combinando la plasticidad que a mí me seduce, que a mí me persigue, y combinándolo con la ortodoxia del caballo español. Yo no hago un caballo diciendo que es lusitano, árabe o artístico. Mis caballos llevan las claves exactas de lo que es un caballo español, que es el nuestro, el que ha nacido en nuestra zona”, recordando además que “hay muy pocas cosas hechas sobre el caballo español”.
Pero a pesar de esto, y si bien en 2013 una obra suya fue cartel de la Feria de Guadalcacín, la Feria del Caballo aún no tiene un cartel oficial con su firma, una espina que tiene clavada. “Me fascina hacerlo y me encantaría que me lo dieran. Desde hace muchos años lo vengo persiguiendo, pero parece que cuanto más lo persigo, más lejos lo tengo, qué le vamos a hacer”.
Mientras ese día llega, lavozdelsur.es llevará a la Feria parte de ese cuadro al que tanto cariño tiene en forma de abanico.
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