Junto a 'La Palma', otras cinco empresas emblemáticas de la ciudad se despiden tras el fallecimiento de su propietaria, María del Carmen Freire.
Uno de los negocios más antiguos de la ciudad echa la baraja. Se trata de la panadería La Palma, situada en la calle Marqués de Cádiz. Fue fundada en el año 1860 por los gallegos Manuel Díaz Horz y Manuel Freire Buján. Este último se convirtió en el yerno del primero al casarse con su hija Josefa Díaz Cruzado. Fruto de este matrimonio nacieron 14 hijos, casi todos dedicados al negocio de la panadería. En aquellos tiempos, era una tradición, casi una obligación, que los descendientes siguieran los pasos profesionales de sus padres. Desde entonces, este negocio ha estado muy ligado a la vida cotidiana de Cádiz. Ha llegado a despachar sus productos en decenas de locales, incluso repartieron el pan a lomos de un burro.
Y junto a la emblemática panadería, cierran otros cinco negocios más que pertenecen a la misma familia. El fallecimiento de su propietaria, María del Carmen Freire Díaz, el pasado enero ha procovado el cierre de seis comercios "ante la imposibilidad de atenderlos por parte de sus herederos", según explicaba ayer el administrador, Miguel Freire, en un comunicado. De esta forma se despiden la cafetería Riancho, en la calle José Cubiles desde 1985, la Tahona, a espaldas del Puerta del Mar, el bar Pepín de la calle Nueva, la cafetería La Marina de San Juan de Dios, la cafetería San José de la Avenida de Portugal y la propia panadería La Palma.
Un total de 35 empleados perderán sus trabajos, muchos de ellos habiendo formado parte durante años de la empresa. La familia Freire agradecía en el mismo comunicado "la fidelidad de la clientela, proveedores y público en general, así como la dedicación de los empleados, algunos de ellos con una larga trayectoria en estos establecimientos".
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