Aunque habrá algunos cambios, tanto José Luis Madueño como la Fundación Adolfo Carneiro, gestora del edificio, rubricarán un compromiso empresarial "satisfactorio para ambas partes".
La alegría se desbordaba en la plaza Fragela cuando José Luis Madueño llegaba con la buena nueva: “Hay acuerdo”. Después de una semana dando a conocer el caso, el comerciante gaditano instalado en un local que lleva siendo regenteado por la familia desde 1914, ha llegado a un acuerdo "satisfactorio" tanto para sus intereses como para los de la Fundación Adolfo Carneiro, según comenta el propio Madueño a lavozdelsur.es. Esta entidad es la que gestiona la propiedad del Obispado de Cádiz, que, a su vez, era administrada por la San Francisco Gestión. El acuerdo, cuyos términos prefieren que no trasciendan, será rubricado en los próximos días y, aunque con alguna modificación, permitirá a la familia Madueño seguir con un negocio que tiene más de un siglo.
Todo empezó con el recordatorio por parte de la administradora de fincas del fin del contrato de alquiler. De esta manera se ponía fin a una relación de años y que supondría el desahucio del pequeño empresario de un lugar mítico en el barrio. Entre otras cosas, a Madueño lo que le importaba era recuperar la inversión en obras que había realizado en el local. Con 55 metros cuadrados, el establecimiento se renovó hace unos cinco años, reformándose por completo y con una inversión de más de 70.000 euros, según apunta Madueño. “En este tiempo, la inversión de las obras ha sido imposible de amortizarla, por eso pido que se me devuelva el dinero”, comentaba con pena, viendo “muy complicado”, mantenerse en el lugar que lleva desde que era niño. Algo que, parece ser, que finalmente se ha tornado en posibilidad.
Madueño realizó una contraoferta proponiendo pagar seis meses por adelantado como prórroga del contrato, algo que fue denegado en el día de ayer. Sin embargo, ha sido reconsiderado, quizás en parte por la presión social y de los medios de comunicación. Ahora para José Luis Madueño se presenta una nueva etapa, ilusionante a tenor de sus palabras y con la confianza de tener una clientela que le ha apoyado, una barrio entero y una ciudad a su lado.
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