"El Cádiz va a cambiar el nombre de su estadio porque Ramón de Carranza les parece un nombre franquista. Van a hacer una votación para que todo el mundo pueda decidir el nombre, así que os propongo llamarlo Estadio Santiago Abascal. nombre.estadio@cadiz.es ;-)". Con este escueto mensaje escrito en Twitter, un usuario afín a Vox orquestó a finales de julio una campaña que tuvo como fin boicotear la votación popular decidida por el Ayuntamiento de Cádiz para buscar un nuevo nombre al Estadio Ramón de Carranza, de titularidad municipal, que sí cumpla con lo que dictan la Ley de Memoria Histórica y la Ley de Memoria Democrática e Histórica de Andalucía.
Entre los nombres con más votos para que una comisión decidiera posteriormente, figuraban los de Francisco Franco y el del líder de Vox. El primero de los citados, evidentemente, no cumpliría con la Ley. El segundo, en realidad, sí, aunque es, evidentemente, un boicot. Además, la comisión decidió dejar fuera nombres de personas como Michael Robinson, Mágico González, Manolo Santander y Juan Carlos Aragón, que también se enviaron en ese primer proceso de votaciones para poner propuestas sobre la mesa.
Para enviar esos correos electrónicos no hacía falta demostrar vinculación alguna con Cádiz, ya que tenían un fin meramente propositivo. Estar entre los más votados no significaba ninguna consideración específica. Y es algo que aprovecharon las cuentas afines a Vox que decidieron boicotear esta parte del proceso, que ha tenido eco a nivel mediático por todo el país. El que lanzó el primer mensaje que es posible rastrar es la cuenta denominada @mmzfa, que usa el nombre Manuel Mariscal fan account, en referencia a un diputado de Vox encargado de la comunicación del partido.
https://twitter.com/lorenzito____/status/1289213051221078023
El llamamiento al boicot se hace evidente. No hay referencia de su lugar de origen, pero sí que otros usuarios mostraron capturas de pantalla en sus propias redes como respuesta al primer mensaje en el que presumían de enviar correos electrónicos sin estar vinculada de forma alguna a Cádiz. "Nuestro estadio y yo soy de Jaén jajajaja", escribía el usuario @lorenzito____. Llama aún más la atención que en el citado mensaje adjuntado como votación escribiera que esperaba que fuera una "batalla limpia sin ninguna artimaña detrás". A este usuario, la cuenta de homenaje a Manuel Mariscal le replicaba que "hoy todos somos de Cádiz". Como este ejemplo, hay varios más en el citado hilo de respuestas al primer mensaje de usuarios que se autoidentifican como afines a Vox, que cuenta con todo un ejército de ciberactivistas.
https://twitter.com/Santi_ABASCAL/status/1305969847633956864
Que esa votación fuera una manipulación que no respondía al espíritu de la propuesta es algo que se puede saber por puro sentido común. La cuestión es que haya sido una actuación orquestada por afines a un partido político concreto para desvirtuar el proceso selectivo de nombres en su primera criba. Y que el propio Santiago Abascal haya dado bombo al asunto. "A Cádiz no le quitarán ni la memoria ... ni la guasa. Kichi, ¿no querías caldo? Toma dos tazas", señalaba directamente el líder de Vox a través de su Twitter para criticar el proceso de cambio de nombre. Pero no, no fue "guasa", fue una actuación de la que también se encuentran referencias en Forocoches, una web que ya estuvo detrás de otros sonados trolleos. Un usuario así lo indicaba: "Pues ya ha (sic) muchos proponiendo Estadio Santiago Abascal. Lo dejo aquí y me voy lentamente".
Ya en 2008, usuarios de esta web impulsaron la candidatura de El chiki chiki para ir a Eurovisión, algo que el actor David Fernández y personaje de los programas de Andreu Buenafuente como Rodolfo Chikilicuatre acabó logrando gracias a la votación popular. En 2016, asimismo, desde la citada red consiguieron colocar entre las propuestas más votadas que la Armada Británica llamara a un buque Blas de Lezo, en honor al marino español que rivalizó en los mares con Inglaterra.
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