Bandas organizadas que atracan con armas y drogas hipnotizantes para dormir a las víctimas están causando auténtico pánico entre los jugadores de Primera División. Numerosos son ya los casos de asaltos a casas de futbolistas. Al inicio, los ladrones aprovechaban que los jugadores se encontraban disputando sus partidos para irrumpir en sus domicilios y llevarse todo lo posible. Ahora, a estos delincuentes les da incluso igual que haya personas dentro de los domicilios asaltados.
El último atraco de estas bandas organizadas lo ha vivido en persona Aubameyang. El jugador gabonés del Barcelona se encontraba en su casa cuando varios encapuchados entraron y le amenazaron con armas de fuego para que abriese la caja fuerte. Hasta cuatro hombres escalaron hasta el jardín y, una vez dentro, llegaron a golpear con barras de hierro al futbolista. El asalto se saldó con el robo de varias joyas. Es el segundo robo que sufre este verano. En el primero, Auba no se encontraba en su domicilio.
No hace ni dos semanas, otro futbolista de Primera División, Samu Castillejo, fue atacado también en su casa. El jugador del Valencia no se encontraba en su casa en el momento del robo. Este verano, Mina Bonino, pareja del madridista Fede Valverde, relató que durante sus vacaciones en Ibiza fue drogada para ser desvalijada en el lugar en el que estaba alojada. Diez mil euros fue el botín de los cacos. "Los de la inmobiliaria nos dijeron que la comida podía estar envenenada por el chef, así que nos llevaron al hospital a hacernos análisis de sustancias", contó en sus redes sociales.
La nómina de futbolistas asaltados es extensa y, aunque predominan los de Barcelona y Real Madrid, no se han salvado de otros equipos. Benzema, Zidane, Casemiro, Lucas Vázquez e Isco fueron víctimas de estas bandas de atracadores. Gerard Pique, Ansu Fati o Jordi Alba son algunos de los jugadores culés que se han visto afectados por estas oleadas de robos en los vestuarios de Primera División.
Álvaro Morata, Iago Aspas o el bético Joaquín Sánchez también han sufrido en sus carnes el terror que están provocando estas organizaciones criminales.
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