Conmoción en el fútbol italiano por el presunto asesinato de Alejandra Matteuzzi a manos de su expareja, Giovanni Padovani, un futbolista de la cuarta división del país transalpino.
El jugador había pedido permiso a su club, el Sancataldese de Sicilia, para no disputar el partido de Coppa Italia que tenía el fin de semana. Esta circunstancia la aprovechó para desplazarse hasta Bolonia, donde residía su expareja, que ya había puesto hace menos de un mes una denuncia contra el futbolista.
Padovani, de 27 años, estuvo esperando dos horas en el edificio que vivía Alejandra, de 56 años de edad. A su llegada, le tiró un banco de hierro y le propinó varios golpes con un martillo. Las graves heridas que le provocó le causaron la muerte. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer.
Vecinos de la fallecida fueron los que llamaron a las fuerzas policiales tras escuchar gritas y petición de auxilio por parte de Alejandra. También han declarado que la violencia era habitual en el hogar, al haber escuchado numerosas peleas y ver incluso al futbolista trepar por el balcón cuando la víctima cerraba con candado la puerta de su domicilio.
Comentarios