El Festival reconoce en el Lope de Vega sevillano a la veterana actriz, uno de los rostros más conocidos del cine español en los últimos 40 años.
La sexta jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla daba comienzo con una historia de casi tres horas; La fábrica de nada, primer largometraje de ficción del portugués Pedro Pinho (Lisboa, 1977). La historia cuenta el descubrimiento por parte de los trabajadores de una fábrica lusa de que quienes dirigen la compañía, están robando a la misma con intención de quedarse con todo el dinero y dejar a los trabajadores parados. Una historia muy actual en la Europa mediterránea en los últimos años, desgraciadamente. Tanto, que el propio director lisboeta contaba como muchas empresas, tras leer el guion de la película, no accedían a permitir que se rodara en sus instalaciones.
Aún siendo ficción, finalmente "fue una fábrica que había padecido los mismos problemas que la del film, la que accedió a que se rodara en su interior", nos contaba Pinho. Más tarde vendría el estreno de Un sol interior, película que venía avalada por diversos razones. La primera, su excelente acogida en la pasada edición del Festival de Cannes. También la creciente notoriedad de su directora, la francesa Claire Denis, que se sitúa en la cumbre de directoras galas del momento. Y por último su excepcional reparto, encabezado por una deslumbrante -como siempre- Juliette Binoche, y con secundarios de la talla de Gerard Depardieu, Xavier Beauvois o Valeria Bruni Tedeschi.
El film cuenta la historia de Isabelle, una artista parisina interpretada por Juliette Binoche. Isabelle está divorciada y su máximo deseo es encontrar por fin un amor real y verdadero. Las complicaciones de esa búsqueda, máxime a la edad de la artista, conforman un relato amable, sin que por ello sea una oda antirromántica, que acaba con la idea del amor ideal en un tono de comedia inteligente y sensata. El relato no desfallece en ningún momento y la soberbia actuación de Binoche sumada al tono despreocupado, hacen que sea una auténtica delicia la hora y media que pasamos frente a la pantalla.
Y en un tono más institucional, por la noche tuvimos en el Lope De Vega el reconocimiento del Festival a la actriz malagueña Kiti Mánver, que fue galardonada con el Premio Canal Sur a la Trayectoria Profesional. Mánver, natural de Antequera, es uno de los rostros más conocidos del cine español y ha trabajado en los últimos cuarenta años con varios de los directores más relevantes del panorama nacional. Desde sus películas para Almodóvar; con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) o Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), para Alex de la Iglesia en La Comunidad (2000) o para Icíar Bollaín con el drama social Te doy mis ojos (2003). Sin olvidar su papel de secundaria en Todo por la pasta (1990) de Enrique Urbizu, lo que le valió un Goya a la Mejor Actriz de reparto.
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