La Junta asfixia aún más a artistas y agentes culturales en plena pandemia

Voces de la industria cultural andaluza lamentan las justificaciones "imposibles" que exige la Consejería de subvenciones que se remontan en algunos casos a 2017 y cuyo reintegro parcial es exigido en este momento crítico actual. También arrecian las críticas por la baremación y la forma de trabajar en los circuitos escénicos públicos de la comunidad

Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio de la Junta, en una rueda de prensa reciente.   JUNTA DE ANDALUCÍA
Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio de la Junta, en una rueda de prensa reciente. JUNTA DE ANDALUCÍA

Mientras el Metropolitan de Nueva York anuncia la venta de fondos para paliar la catástrofe por los bajos ingresos derivados de la pandemia, la consejera de Cultura y Patrimonio, Patricia del Pozo, ha anunciado este lunes que la Junta comprará por 150.000 euros un relieve de La Roldana para el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Hace unos días la titular de la Consejería anunciaba la prórroga de su llamado Plan de Impacto para la Cultura, sin que el sector cultural tenga claro cómo, de qué manera y a quiénes ha beneficiado —Cultura habla de una partida de casi 23 millones en 2020— en lo que va de pandemia.

Y lo que es peor,  muchos agentes y creadores de la industria cultural andaluza se quejan abiertamente de las dificultades para acceder a las ayudas, al catálogo de los circuitos públicos culturales de la comunidad y especialmente por el hecho de que la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, dependiente de la Consejería de Del Pozo, esté en plena pandemia apremiando al reintegro de parte de las subvenciones públicas que concedió al sector en 2017 y 2018. "Todo es un despropósito", denuncian voces del sector, en relación con una Consejería cuya titular cada vez está más cuestionada en el seno del propio Gobierno andaluz. Es, de hecho, una de las dos Consejerías que ha perdido fondos en el Presupuesto de 2021 de la Junta de Andalucía.

Son muchas voces dentro del mundo andaluz de la cultura las que han alzado la voz en las últimas semanas contra la gestión de la Agencia andaluza dependiente de la Consejería de Del Pozo, "con nula sensibilidad ante la agonía que sufrimos" y con una gestión errática y plagada de incogruencias. Donde antes había concursos públicos —como en el festival en teatros romanos de Andalucía o en Flamenco viene del Sur— ahora hay una muestra llamada Anfitrión (la Consejería dio cinco días para presentar las propuestas en un mail, y anunció un presupuesto de 300.000 euros. En cambio, cuando presentó el certamen dicho presupuesto había aumentado en 123.000 euros. Ninguna de las compañías que concurrieron y se quedaron fueron recibieron notificación alguna) o un ciclo flamenco con motivo de los diez años de la declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco que también recibió fuertes críticas por configurarse con total arbitrariedad. “Hay mucho cabreo por no entrar por ejemplo en el catálogo de la red de teatros públicos de Andalucía; no se conoce el baremo, la puntuación que saca cada compañía, y aunque entres en el catálogo, no se garantizan funciones, puedes pasarte diez años y tener un bolo, o tres en seis años”, lamentan fuentes del sector cultural a lavozdelsur.es.

“Todo es un despropósito, las ayudas no llegan, la cultura sigue sin ser considerada esencial y va de restricción en restricción, pese a que se ha demostrado que no hay brotes en el mundo del espectáculos y las artes escénicas”, comentan. En cambio, la renovada Consejería de Cultura, que abonó el año pasado subvenciones atrasadas que había heredado de anteriores gestores de gobiernos socialistas, ha reforzado ahora el departamento de fiscalización para apretar a los artistas y gestores culturales a que devuelvan parte de esas ayudas “con las excusas más peregrinas”.

“Si es complicado acceder a las subvenciones, otra cosa es que una vez que las conceden, por la exigencia y falta de flexibilidad, por la incomprensión de cómo funciona la actividad cultural, muchas compañías tienen que devolver parte de la ayuda”, explican a este medio. Habitualmente, en las ayudas culturales de la Junta te abonan el 75% si presentas la cuenta justificada y, si está perfectamente justificada, te pagan el restante 25%. Si no se justifica adecuadamente, a veces bajo criterios peregrinos imposibles de cumplir, “no solo te quita ese 25, sino que te hace devolver más y con recargo. El año pasado, de forma extraordinaria por la covid, Cultura decidió abonar el 100% de las ayudas sin aguardar a la justificación. Meses después, a muchos artistas y gestores culturales pide la devolución con recargos. Si después de tres años te llega un palo así en plena pandemia, esto te mata económicamente”. La indignación llega ante los criterios para considerar esa falta de justificación, “en ocasiones, imposibles de cumplir para muchos pequeños y medianos actores del sector cultural”, pero también por la tardanza en el muestreo de esa cuenta justificativa, lo que dificulta dicha justificación en tiempo y forma.

Se da el caso de que hay justificaciones de subvenciones de 2017 que se han seguido poniendo en solfa hasta hace escasas fechas, "tras reforzarse el área de incentivos de la Junta para este fin", por lo que además de todo lo que tienen que devolver los beneficiarios, hechos trizas por la crisis derivada del covid, también deben pagar recargos por intereses de demora, y sin facilidades de devolución, pese a que ha sido la Junta la que se ha retrasado en cotejar la cuenta justificativa que se presentó en algunos casos hace más de tres años. En definitiva, la maltrecha industria cultural andaluza es una olla a presión que está a punto de estallar ante el maltrato y la falta de sensibilidad de la Administración autonómica, algo extensible si se les pregunta por el papel que está jugando el Ministerio de Cultura en toda esta convulsión social y económica derivada de la crisis sanitaria.

En mayo del año pasado, Patricia del Pozo declaraba: "La Junta está convencida de que la Cultura es un Bien Esencial de Andalucía, dado que apostar por ella es construir sociedad y, también, una oportunidad de crecimiento económico", al tiempo que agradecía a los artistas andaluces "el esfuerzo realizado durante la etapa de aislamiento, además de su tremenda generosidad al ofrecer al conjunto de la ciudadanía sus creaciones para sobrellevar con buen ánimo el encierro y la privación de nuestras más elementales rutinas".

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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