El presidente del Gobierno, y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, descarta adelantar las elecciones generales en plena ola de escándalos en torno a su Ejecutivo. Lo dice en un acto electoral en Cáceres, donde ha estado acompañado este domingo por el candidato extremeño Miguel Ángel Gallardo.
En ese escenario, Sánchez no solo ha interpelado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sino que también ha respondido a la Conferencia Episcopal, después de que el presidente de los obispos le pidiera que convoque elecciones.
Sánchez ha sacado pecho de la gestión del PSOE durante la legislatura y ha descartado de forma tajante un adelanto electoral, pese a las últimas denuncias que afectan a figuras socialistas por presunto acoso sexual. “Merece la pena gobernar”, ha afirmado el jefe del Ejecutivo, quien ha subrayado que “gobernar es afrontar los problemas y dar soluciones”.
En un discurso con tono combativo, Sánchez se ha dirigido directamente a la oposición para reprocharle su estrategia política. “La derecha trata de imponer un futuro que no está escrito”, ha señalado, antes de lanzar una pregunta retórica a sus filas: “¿Cuándo lo hemos tenido fácil los socialistas?”. En este contexto, el presidente ha defendido que “a los españoles y españolas les renta este Gobierno”.
Sánchez responde a la oposición y a la Conferencia Episcopal
“El tiempo de que los obispos influyan en la política ha terminado”, ha asegurado Sánchez en respuesta a la Conferencia Episcopal, recalcando que ese periodo concluyó cuando “comenzó la democracia en España”. Con estas palabras, el presidente ha marcado distancias frente a cualquier intento de presión institucional externa sobre el calendario político.
El discurso del presidente también ha estado marcado por las acusaciones de corrupción que afectan a antiguos dirigentes vinculados al PSOE, como el exministro de Transportes José Luis Ábalos o el ex secretario de Organización Santos Cerdán.
Sánchez ha sido tajante al referirse a estos casos, calificándolos como “una traición al Partido Socialista y a sus principios”. En este punto, ha establecido una clara diferencia con el Partido Popular: “La diferencia entre el PP y nosotros es que actuamos con contundencia y arrancamos de cuajo esa raíz de la corrupción, mientras que en la derecha lo que vemos es la connivencia”.