El juicio por la muerte de Kira López tras sufrir violencia escolar tiene nueva fecha

Los padres de la joven de 15 años anuncian nuevas acciones legales contra un profesor y miembro de la dirección del colegio

José Manuel y María José, padres de Kira, a las puertas del Congreso de los Diputados.
José Manuel y María José, padres de Kira, a las puertas del Congreso de los Diputados.
27 de octubre de 2025 a las 08:47h

Los padres de Kira López, la adolescente de 15 años que se quitó la vida en mayo de 2021 tras denunciar situaciones de acoso escolar y maltrato docente en el colegio concertado religioso Pare Manyanet Sant Andreu de Barcelona, han informado de que el juicio de responsabilidad civil contra el centro educativo, por el que reclaman 150.000 euros, finalmente tendrá lugar los días 12 y 14 de enero de 2027 en el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Barcelona.

El juicio, que estaba previsto para los días 14 y 16 de octubre, tuvo que ser aplazado por causa de fuerza mayor de tres de los peritos que intervienen en la causa. Al juicio, además, asistirán cuatro compañeras de Kira, testigos directos del acoso escolar y docente que sufrió. "Aunque el aplazamiento supone un duro golpe emocional para nosotros, confiamos en que este tiempo sirva para que lleguen resoluciones aún pendientes que sabemos que ayudarán a que la sentencia sea, además de condenatoria, contundente, haciendo justicia a nuestra hija", señalan los padres de Kira. 

Primeras agresiones en Infantil

Kira sufrió las primeras agresiones, amenazas y humillaciones durante Infantil, tal y como ella misma dejó registrado en un audio seis meses antes de quitarse la vida. En Primaria y Secundaria cesaron las agresiones físicas, pero continuaron las humillaciones y las burlas por su voz, por su inglés y últimamente por su maquillaje y su forma de vestir, según confirmaron varios compañeros ante los Mossos d’Esquadra.

José Manuel y María José, padres de Kira, indican que la adolescente también sufrió "maltrato docente, aunque la dirección del colegio se ha negado a apartar a los causantes, a pesar de que el Síndic de Greuges y la Generalitat así lo pidieron. Durante los dos últimos años de vida de Kira, sus tutores dejaron por escrito de forma interna que sentía 'demasiado miedo' a las burlas que recibía. Sin embargo, en los informes que compartían con la familia y en las tutorías decían que Kira estaba muy bien y que sacaba muy buenas notas, negándole además el cambio de clase que habíamos solicitado poco antes de su muerte".

Los padres relatan que "Kira dejó de contarnos lo que le pasaba en el colegio cuando empezó secundaria, y el colegio nos ocultó su sufrimiento de forma consciente. El colegio tampoco hizo nada cuando las burlas continuaron después de su muerte. Incluso nos acusó públicamente de 'falsedades' cuando denunciamos el hallazgo de un email con el mensaje 'muere' que, tal y como averiguaron los Mossos, envió un compañero de clase a través de la aplicación Classroom del propio colegio nueve días después de su muerte. Por el momento, y finalizada la etapa probatoria, podemos confirmar que el colegio ha sido incapaz de aportar un solo documento que acredite que aplicara protocolos o medidas de protección para Kira cada vez que denunciábamos alguna situación de violencia. Esto se traduce en –así lo entendemos– un claro incumplimiento del artículo 1903 del Código Civil, por el que los centros educativos deben garantizar la seguridad física y moral de sus alumnos (“culpa in vigilando”)". 

Es importante detallar que, anterior a la demanda civil, tanto la Generalitat de Catalunya como el Ajuntament de Barcelona se personaron como acusación popular en la causa de Kira tras constatar las reiteradas negligencias del centro, algo que no había ocurrido antes con otros casos. Aunque penalmente no hubo consecuencias para el colegio sobre un presunto delito de inducción al suicidio, el auto de fecha 20 de octubre de 2022 señaló de forma incuestionable la responsabilidad del colegio, dictaminando en sus conclusiones que: "deberá examinarse y valorarse en otra sede la actuación del centro escolar ante determinadas conductas de sus profesores y alumnos", como así se hará en el juicio con el que iniciamos esta publicación. 

Preparan una querella penal

Los padres de Kira también están preparando "una querella penal contra el profesor de religión y miembro de la dirección del colegio que en 1.º de ESO castigó sólo a Kira por algo que había hecho toda la clase, encerrándose a solas con ella varias veces y diciéndole que si contaba algo de lo que iba a pasar allí la llevaría al teatro del colegio y les diría a todos sus compañeros y amigos que era una mala persona. También le dijo que no tenía perdón y que, si mataba a alguien, si también le pediría perdón en un juicio. Estas coacciones provocaron en Kira un ataque de ansiedad al llegar a casa, verbalizando: 'no merezco vivir porque no tengo perdón'".

A través del comunicado, también denuncian públicamente "las represalias de las que hemos sido víctimas durante estos años por parte del colegio tras denunciar y judicializar el caso. Entre ellas, interponer contra nosotros una querella por presuntas injurias y calumnias, ocultando al juzgado que el caso estaba judicializado, recortando el contenido del auto anteriormente citado y reclamándonos 277.000 euros. El colegio afirma en sus escritos que estamos 'arrastrando por el fango su buen nombre'. Estamos convencidos de que la querella acabará archivada, aunque el daño moral ocasionado se suma al dolor por la insuperable pérdida de nuestra hija Kira, tras años de negligencia y sufrimiento silenciado y en silencio". 

La familia de Kira también está pendiente de otras resoluciones en las que se han solicitado, entre otras medidas, la retirada del concierto económico al Manyanet. El caso de Kira lo lleva la abogada Noelia Rebón, especialista en acoso escolar y derechos de la infancia.

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Rubén Guerrero.

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