La desaparición de Beatriz, una joven de 28 años y madre de dos hijos, de seis y ocho años, mantiene en vilo a familiares y amistades tras 35 días sin noticias sobre su paradero. La última vez que se la vio fue en la noche del 8 al 9 de agosto, cuando varias cámaras de seguridad registraron sus movimientos en distintas zonas de Oliva, municipio valenciano en el que reside la joven.
Las últimas imágenes conocidas
A las 23:34 horas, una de las cámaras la captó paseando junto a su pareja, Juanjo, mientras llevaba una bolsa de basura. Tras tirarla en un contenedor, ambos se despidieron. El joven relató en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ que ella le dijo que se iba a casa y que “en ningún momento notó nada raro, ni ella le comentó que iba a volver a salir después”.
Diez minutos después, a las 23:43 horas, Beatriz volvió a aparecer en otra grabación, esta vez sola y con ropa diferente. En las imágenes se la ve caminando con rapidez y revisando su teléfono, dando la impresión de que mantenía una conversación.
El enigma de la madrugada
La última vez que se la registró fue a las 00:36 horas, cuando una cámara la captó todavía pendiente de su móvil. Según se observa, tropezó al intentar superar un pequeño muro antes de continuar su camino. Desde ese momento no se tienen más imágenes de ella. La investigación judicial permanece bajo secreto de sumario, aunque la Guardia Civil se centra en el análisis de su entorno social y familiar.
En los últimos días ha surgido un nuevo testimonio. Un amigo de Beatriz aseguró que la joven estuvo con una prima hermana de su madre la misma noche de la desaparición. Según su relato, la vio entrar en casa, cambiarse de ropa y, poco después, salir de nuevo junto a la familiar hacia una calle paralela que conducía a la carretera, donde se les perdió la pista.
Otros testigos, que se encontraban en un bar cercano, confirmaron que Beatriz bajó de su vivienda con un vestido distinto al que llevaba inicialmente. Estos detalles han añadido nuevas incógnitas a un caso que, más de un mes después, sigue sin resolverse y mantiene la esperanza de sus allegados en medio de la incertidumbre.
