Dos nietos muertos en un año: los trágicos olvidos de una abuela

Una bebé de siete meses y un niño de menos de un año y medio perdieron la vida estando al cuidado de una mujer que, según la justicia, no ha mostrado remordimiento tras los dos sucesos

Dos de sus nietos murieron bajo el cuidado de Tracey Nix.
Dos de sus nietos murieron bajo el cuidado de Tracey Nix.
08 de septiembre de 2025 a las 10:25h

En muchas familias, los abuelos y abuelas desempeñan un papel esencial como cuidadores, asumiendo la responsabilidad diaria de los más pequeños cuando los padres no pueden hacerlo. Pero en este caso, esa confianza se quebró de manera trágica: Tracey Nix, una exdirectora de escuela de Florida de 67 años, no prestó la atención necesaria y bajo su cuidado fallecieron sus dos nietos en circunstancias distintas, con apenas un año de diferencia.

El olvido mortal en el coche

El 1 de noviembre de 2022, Nix regresó a casa tras almorzar con unas amigas. Había llevado con ella a su nieta Uriel, de siete meses, y la dejó en la sillita del coche. Al entrar en la vivienda, comenzó a tocar el piano y se olvidó de la niña, mientras en el exterior la temperatura superaba los 32 grados. Horas después, al salir a pasear al perro, se dio cuenta del error. Abrió la puerta con desesperación, pero ya era demasiado tarde. Un familiar recordó el momento con crudeza: "Parecía dormida. Pero no lo estaba. Lo supe al instante".

Los servicios de emergencia acudieron de inmediato, aunque nada pudo hacerse por la pequeña. El padre intentó reanimarla, pero las maniobras resultaron inútiles. La conmoción se agravó porque no era la primera vez que la familia sufría una pérdida bajo el cuidado de la abuela.

Antecedente trágico: la muerte de Ezra

En 2021, Ezra, hermano mayor de Uriel y de apenas 16 meses, murió ahogado en un estanque cercano a la vivienda familiar mientras Nix dormía en el sofá. Aquel suceso se consideró un accidente y no generó cargos. Sin embargo, la repetición de un desenlace fatal en tan poco tiempo hizo que la fiscalía cuestionara con firmeza la versión de la acusada.

Durante la investigación, Nix alegó que lo ocurrido con Uriel se trató de un despiste cotidiano. "No quise hacerle daño… simplemente olvidé que estaba en el coche", declaró entre lágrimas. Para los fiscales, la justificación no resultaba convincente y planteaba un patrón de negligencia grave.

El juicio y la condena

El proceso judicial llevado a cabo fue especialmente doloroso para los padres de los menores, Kaila y Drew, obligados a enfrentar a su propia madre en los tribunales. La sala vivió momentos de tensión emocional, con acusaciones cruzadas y testimonios que reflejaban la magnitud de la tragedia familiar.

El tribunal descartó el homicidio intencionado, pero halló a la acusada culpable de abandono de menor en un vehículo con resultado de muerte. La condena: cinco años de prisión. El juez fue tajante en su valoración: "Esto no es un incidente aislado. No veo en usted remordimiento. Lo que veo es pesar. Y no es lo mismo". Ante la sentencia, un familiar cerró con una frase que resumió el dilema afectivo de la familia: "Todavía te quiero. Pero tengo que elegir. Debes ir a prisión."

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Rubén Guerrero.

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