Cinco años lleva la familia del lebrijano Adrián Vázquez esperando el juicio. El joven fue atropellado en julio de 2015 de madrugada, cuando estaba con unos amigos en Conil, celebrando las buenas notas conseguidas ese curso. Eran en torno a las siete de la mañana cuando un vehículo atropelló a Adrián, que salió despedido más de 30 metros y que tuvo que ser trasladado inmediatamente a un centro hospitalario, donde entró en coma. Los padres y hermanos del joven luchan desde entonces sin descanso para que se haga Justicia y el conductor, Hilario B.C., pague por sus actos, supuestamente imprudentes.
El Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz acoge el juicio, que concluirá el 21 de diciembre. Por el banquillo ya han pasado el principal implicado, el conductor que supuestamente lo arrolló y se dio a la fuga, y algunos testigos del accidente. El conductor del otro vehículo no se bajó a socorrer a Adrián, según cuentan algunos testigos, y se dio a la fuga. El lebrijano sufre a causa del atropello graves secuelas, ya que estuvo varios meses en coma, y aún a día de hoy sigue recuperándose.
El abogado del joven atropellado, Luis Romero, pide tres años de cárcel para el conductor del vehículo por un delito de lesiones por imprudencia grave y cuatro aós más por el delito de omisión del deber de socorro. Además, solicita una indemnización de casi cuatro millones de euros para Adrián y su familia por las secuelas. El letrado ya denunció en su día el “oscurantismo y ocultismo” con el que la Policía Local de Conil y el Juzgado de Instrucción número 3 de Chiclana llevaban el caso, ya que habla de que ocurrieron “hechos muy graves” que puso en conocimiento del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como que el conductor “atropella a Adrián y se marcha, lo que es un supuesto delito de omisión del deber de socorro”.
Hay testigos que cuentan que “el vehículo iba a mucha velocidad y sin las luces encendidas” y que había “poca visibilidad”. Hilario declaró a la Policía que circulaba a “unos 40 kilómetros por hora”, a lo que el abogado de Adrián responde que la zona donde se produjo está limitada a 30 kilómetros por hora. Luis Romero llegó a decir sobre el conductor que “todo lo que ha declarado es falso. Se ha contradicho incluso de lo que testificó él mismo y se recogió en el atestado policial”, que consiguieron dos meses después del suceso.
“Estamos dispuestos a dar nuestras vidas para el que haya aportado maldad en este asunto, que pague y pase por el mismo calvario”, dijo un hermano de Adrián hace unos años, cuando criticaba en un vídeo que los amigos que salieron con el joven aquella noche “no prestaron declaración hasta tres días después” y que “fueron tratados como criminales” mientras “al conductor lo dejaron marchar sin ser detenido”.
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