Náuseas, vómitos, diarrea y malestar general. Así describe la Junta de Andalucía los síntomas del norovirus, un virus muy contagioso que está detrás de numerosos casos de gastroenteritis que se están registrando en las últimas semanas. Se trata de una infección que suele aparecer entre uno y dos días después del contagio y cuyos efectos pueden durar entre dos y tres días.
Según ha advertido la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias, este virus puede provocar dolor abdominal, fiebre leve y un malestar generalizado que puede resultar especialmente incómodo, aunque suele remitir sin necesidad de medicación específica. De hecho, las autoridades sanitarias subrayan que “no existe ningún medicamento específico para tratar a personas enfermas por norovirus” ni tampoco hay, por el momento, una vacuna para prevenir la infección.
El contagio del norovirus es extremadamente fácil. Se puede transmitir por contacto directo con una persona infectada, al consumir alimentos o agua contaminados, e incluso al tocar superficies u objetos con el virus. También es posible contagiarse al inhalar gotitas que se expulsan tras el vómito de alguien infectado.
Una higiene exhaustiva
Para evitar su propagación, la Junta recomienda una higiene exhaustiva: lavarse bien las manos con agua y jabón, sobre todo después de ir al baño o antes de comer; limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia; y usar toallas de un solo uso. Además, si alguien está enfermo, no debe preparar comida para otras personas ni compartir vasos, cubiertos o platos.
En cuanto al tratamiento, la clave está en los autocuidados: beber abundantes líquidos para evitar la deshidratación, descansar lo necesario y consultar con el médico si los síntomas empeoran.
Los expertos aconsejan acudir al médico si la diarrea dura más de tres días, si se vomita tanto que resulta imposible beber líquidos, si aparece sangre en las heces o si los síntomas son especialmente fuertes o afectan a personas vulnerables. También hay que prestar atención a los signos de deshidratación, como boca seca, mareos o escasa orina.
"Lávate bien las manos, no cocines si estás enfermo, hidrátate y descansa, y acude al médico si los síntomas se agravan", insiste la Junta, que asegura que la mejor defensa contra el norovirus es la prevención y la higiene.