Desde hace meses, invariablemente, en Andalucía se masca la tragedia política. El socio externo prioritario del Gobierno de PP y Cs en la Junta andaluza, Vox, no está cómodo y lleva meses pregonando que hay que ir a un adelanto electoral, cuando aún resta algo menos de año y medio de legislatura. Vox sabe que crece en intención de voto y que Cs quedaría en la irrelevancia, lo que equivaldría a más poder y más capacidad de sometimento del PP, que les necesitará hasta para dar los buenos días en San Telmo.
¿Qué excusas pone la ultraderecha para este machaque? Vox no está cómodo ni con los incumplimientos de muchas de las iniciativas que recogían los documentos que rubricaron para brindar su apoyo a PP y Cs, ni especialmente con la pata que representa gran parte del equipo de Juan Marín en el Ejecutivo autonómico. ¿Qué va a pasar? Probablemente, nada. ¿Por qué? Porque Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta, sigue por ahora con la sarte por el mango y porque, al fin y a la postre, están todos condenados a entenderse. El portavoz parlamentario del PP, el cordobés José Antonio Nieto, ha estado creativo este miércoles a preguntas de los periodistas: "La relación con Vox se basa en una mala salud de hierro y siempre hemos tenido la capacidad y el acierto para superar las diferencias que hayan podido surgir".
Casi a la misma hora, un día después de liarla en Cádiz, la secretaria general grupo parlamentario Vox en el Congreso, Macarena Olona —que sonó como candidata a la Presidencia de la Junta, pero ya no—, volvía a exigir un adelanto electoral en Andalucía, al tiempo que anunciaba que su grupo no va a tener con los presupuestos de la Junta "una negociación previa, una sonrisa". "Ellos —por el PP— piensan que Vox tiene que ser sometido a un cordón sanitario, tiene que ser demonizado, pues que sea coherente y que rindan cuentas con sus votantes", añadía, en un nuevo brindis al sol, a sabiendas de que si PP y Cs quieren no hará falta ni negociar nuevos presupuestos, pues perfectamente pueden prorrogar los actuales y agotar la legislatura.
La clave, "arrimar el hombro"
Otra cosa bien distinta, ha dicho Olona, es que Moreno "está fiando la suerte de todos los andaluces a un partido que si ha demostrado algo es que no es fiable, como Cs, que ha entregado hace escasos días la Alcaldía de Granada al PSOE". "Exigimos ese adelanto electoral porque no se puede permitir que después de poner fin a 40 años de tiranía y de corrupción roja gracias a Vox, por puro cálculo electoralista y con mucho miedo por lo que pueda hacer Vox, esté poniendo en riesgo la gobernabilidad y el fin de políticas de izquierda en Andalucía", remachaba, mientras Moreno, Marín, Bendodo, Nieto y compañía volvían a hacer como los que oyen llover.
Y Olona, erre que erre. Según la dirigente voxera, la reacción de su partido es "la de la dignidad", ya que todo apunta a que con quien se siente cómodo negociando (por el PP) es con el PSOE". "A partir de aquí, sea presupuestos o cualquier iniciativa, es votarla según sea conveniente, si es bueno para los andaluces, lo que no tendremos es una negociación previa, una sonrisa".
Para el portavoz popular, ese discurso de Vox "no es nuevo" y estamos "acostumbrados que cada cierto tiempo haya alguien que ponga en entredicho esa colaboración y relación, que creo que está siendo muy buena para Vox, para el PP y, sobre todo, para Andalucía", ya que permite que haya estabilidad, con tres presupuestos de la comunidad aprobados, además de leyes y decretos.
Esta vez, el tono conciliador, pese a los ataques directos a la línea de flotación de su partido, también lo ha puesto Marín. El vicepresidente de la Junta ha valorado que el único grupo que "ha arrimado el hombro" al Gobierno de coalición ha sido Vox —y eso que a primeros de 2019 no quiso ni aparecer en la foto que sustentaba la investidura—, por lo que ha defendido su "utilidad" frente a la postura "de perfil" que, en su opinión, ha adoptado el PSOE-A ante algunos temas.
A la pregunta de si ve a Vox como "socio prioritario" de la Junta, Marín ha respondido que, "para Cs y para el Gobierno con el PP en Andalucía, es socio todo aquel que quiere arrimar el hombro, y hasta ahora el único que ha arrimado el hombro es Vox", y por eso le agradece su "utilidad para el conjunto de los andaluces", apoyando Presupuestos de la Junta, iniciativas como la Ley de Lucha contra el fraude y la corrupción, o decretos con medidas para ayudar a los empresarios en la actual crisis económica, según ha relatado el vicepresidente de la Junta. Y ha agregado que, "si el PSOE-A mañana lo hace (arrimar el hombro), bienvenido", porque "la mano siempre ha estado tendida".
Para redondear la jornada de dimes y diretes a ninguna parte, el presidente también ha opinado, sacando la enésima polémica con el socio externo de la circunscripción andaluza y enclavándola en la designación de persona non grata —el PP se abstuvo— en Ceuta de Santiago Abascal. "No se puede limitar el "cambio histórico" que se produjo en Andalucía tras las elecciones de diciembre de 2018 por cuestiones de otros territorios y que no tienen que ver con esta comunidad. Le hemos pedido sentido común, serenidad y que sigamos con la agenda de reformas que tenemos puesta en marcha", ha indicado el jefe del Ejecutivo andaluz.
Del mismo modo, Moreno ha expresado que espera, desea y quiere confiar en que finalmente "podamos seguir con muchos de los asuntos que hemos acordado y abordado", como la nueva Ley del Suelo (Lista) y otros proyectos legislativos, que son fundamentales para la economía y el cambio en nuestra tierra".
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