El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes que el PSOE pedirá una comisión de investigación en el Congreso sobre el caso de corrupción de Ábalos, Cerdán y Koldo, con presuntas mordidas de contratos públicos en el corazón del Gobierno, y que implica a dos secretarios de organización del PSOE.
En un primer mensaje, Sánchez ha dicho que "los audios nos repugnan", sobre las referencias a mujeres, que destilan "machismo, zafiedad" y que son "incompatibles con nuestro partido".
Sánchez ha comparecido tras el Comité Federal reunido. "Nos equivocamos. Créanme cuando les digo que lo siento, asumo la responsabilidad. Pero no todos somos iguales. No podemos rendirnos y dejar en la estacada a las personas que nos necesitan para llegar a final de mes".
Por eso, el presidente ha dicho que no va a dimitir ni convocar elecciones por esta crisis. "Mi deber como capitán es tomar el timón y capear esta tormenta". Y "mi deber es proteger el Gobierno de coalición progresista".
Sánchez ha retado a Feijóo y Abascal a presentar "una moción de censura" si piensan que Sánchez ha perdido la mayoría en el Congreso. Y eso pasaría por la posibilidad de que partidos que permitieron la investidura, desde Sumar y Podemos hasta partidos nacionalistas, retirasen el apoyo para dárselo ahora al PP con Vox.
Feijóo ya dijo que no presentaría una moción que pudiera reforzar a Sánchez, y el PSOE va a buscar fórmulas para volver a amarrar estos apoyos en un tiempo que no es fácil. Por eso, Sánchez se reunirá con los socios que permitieron la investidura. Este mismo lunes lo hará con la vicepresidenta Yolanda Díaz. Deberá dar un nuevo impulso, ha reconocido el presidente, pero la legislatura sigue porque "las elecciones son cada cuatro años". No habrá ni cuestión de confianza -es decir, el mecanismo por el que el propio presidente se pone a disposición del Congreso por si la cámara quiere que continúa- ni cambios en el Gobierno a raíz de lo ocurrido.
Igual que días atrás, Sánchez ha reconocido errores y comparecerá en la próxima "fecha posible" en el Congreso. Pero dimitir sería fallar a quienes votaron por un gobierno progresista, ha dicho, y por los miles de españoles que "nos necesitan para llegar a final de mes".
El 5 de julio se celebrará un comité del PSOE para sustituir a Santos Cerdán como número 3 del partido. Cristina Narbona, presidenta del PSOE; Montse Mínguez, secretaria del grupo parlamentario; Borja Cabezón, miembro de la ejecutiva y secretario de acción democrática en el partido; junto a la gerente, Ana María Fuentes, serán quienes tomen las riendas de las competencias de organización hasta que se elija a una nueva persona.
Igualmente, el presidente ha insistido en la ya anunciada auditoría externa, que sin mencionarlo directamente se refiere a la sospecha de financiación ilegal. Y ha explicado por qué no actuó con la rumorología apuntaba contra Cerdán: según ha dicho, la razón es que, como ya está viviendo en sus carnes acusaciones que son falsas contra su familia, no podría distinguir entre lo cierto y lo falso. "Han fallado dos personas". Y "hemos actuado cuando había indicios sólidos".
Son cambios importantes, pero no sorprendentes. Es apenas la continuación de lo que, en general, ya avanzó Sánchez días atrás. Pero sí quiere dejar el mensaje de que el PSOE ataja la corrupción "como no lo hace la oposición", tirando contra PP y Vox. Y para ello está la propuesta de la comisión de investigación.
