El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, puede haber cometido dos torpezas de dimensiones colosales en la misma semana. Si en clave política ha regalado abundante munición a la oposición por irse de campaña electoral a Castilla y León, y ausentarse de un debate sobre sanidad pública en el Parlamento andaluz, en el plano institucional su gestión errática de la pasada semana puede tener consecuencias muy graves.
Como ha adelantado Griselda Pastor, corresponsal de la SER en Bruselas, fuentes consultadas aseguran que en la Comisión Europea están muy molestos con la visita de Moreno Bonilla a Bruselas y sus quejas por el reparto que hace el Gobierno de España de los fondos europeos. Aparte de encontrarse con el rechazo de la UE a esas quejas, las fuentes a las que menciona la SER han mostrado su inquietud por la petición del presidente del Gobierno andaluz. Y es que "los países más ricos de la UE pueden utilizar el argumento de Andalucía, demasiado dinero para poder gastar en los plazos previstos, para rechazar nuevas demandas, si fuera necesario, y la pandemia se alargara".
El presidente Moreno pidió más tiempo para gastar bien los fondos europeos —la única región que se ha quejado de ello—, pero la Comisión Europea ha dejado claro que "la demanda no podrá ser atendida porque implicaría modificar el reglamento del primer fondo aprobado para luchar contra la pandemia, Reacta, un fondo por el que Andalucía recibe casi 1.900 millones de euros".
El coordinador regional de IU, Toni Valero, ha afirmado, en un tuit recogido por lavozdelsur.es, que "Moreno Bonilla se fue a Bruselas a poner en duda los fondos europeos. Se vuelve con el enfado de la Comisión Europea por su irresponsabilidad y con la posibilidad de que estos fondos se reduzcan. La incompetencia preside el Gobierno andaluz".