Un orientador ante el duro 'examen' de 2026
José Ignacio García (Jerez, 1987) es el líder de Adelante Andalucía, parlamentario autonómico desde 2018 —con un paréntesis—. En 2026, sean cuando sean las elecciones andaluzas, su cara estará en los carteles electorales de la formación andalucista, que tiene claro que concurrirá en solitario. Aquí no hay confluencia posible.
García, licenciado en Psicología y orientador educativo de profesión, estuvo ligado muy pronto a movimientos estudiantiles, antes de pasar a Anticapitalistas, una formación que estuvo integrada primero en Podemos, y luego en Adelante Andalucía, que camina en solitario por la senda de la izquierda desde hace varios años.
Ahora, el candidato a las elecciones andaluzas —proclamado recientemente— no quiere ni oír hablar, ni fomentar, las "peleítas" de la izquierda. Habla de vivienda, de Sanidad, de Educación y de tantos otros problemas que tienen los andaluces.
El examen de 2026, para este orientador, será duro. Queda por ver cómo queda representada institucionalmente la formación tras el paso al lado de quien fuera su lideresa, Teresa Rodríguez, que hace un tiempo que cedió el testigo.
El político jerezano José Ignacio García acude a su Feria a finales de semana, porque ha habido pleno en el Parlamento de Andalucía, y no ha podido hacerlo antes. En su tour por medios, pasa por la caseta de lavozdelsur.es, donde tiene lugar esta entrevista.
Respuesta. La vivo bastante parecido a como lo hacía antes, porque tengo mis amigos de siempre, mi gente de siempre, y también intento mucho diferenciar el plano de las relaciones sociales y la política. Cuando llega el momento, estoy con mis amigos, con los de toda la vida, haciendo lo que he hecho siempre, y así es como sobrevivo en este mundo de la política.
R. Creo que lo que he hecho es justo y por eso estaba tranquilo. Una vez se ha archivado, pues mejor, pero lo que me preocupa es que sigue pendiente que se haga justicia por Mahmoud, porque creo que es una víctima del racismo institucional y de la violencia policial. Estaba dispuesto a asumir lo que tuviera que venir, pero siempre he tenido la conciencia muy tranquila, porque el trabajo de un dirigente político es denunciar injusticias, decir las cosas que no están bien en la sociedad y trabajar para cambiarlas. Y eso es lo que he hecho. Lo he hecho con honestidad, con la verdad por delante.
"Muere una persona que estaba buscándose la vida y yo he sido quien ha estado más cerca de un Juzgado"
R. Espero que esto no quede así, pero hasta ahora soy la persona que ha estado más cerca de sentarme delante de un juez por el fallecimiento de un mantero en el marco de una persecución policial. Muere una persona que estaba buscándose la vida y yo he sido la persona que ha estado más cerca de un Juzgado. Parece que hay una admisión a trámite de un nuevo recurso y espero que se reabra el caso. Quiero que se sepa qué ha pasado, para que no vuelva a ocurrir. Hay una enorme represión contra las personas migrantes, que también viene del Estado, de las instituciones o de la Policía. Hablamos de racismo institucional. Y después hay una persecución absoluta a la libertad de expresión. Estamos viviendo una ola reaccionaria que vemos en el plano más macro con Trump, con el genocidio de Gaza, pero va escalando a diferentes niveles, y en el nivel micro tenemos a Mahmoud, o a las seis de Zaragoza, que están en prisión por ir a una manifestación contra Vox. O a los 7 de Acerinox, a los que piden 30 millones de euros por una huelga con la que pedían un convenio digno. Todo forma parte de la misma ola reaccionaria.
R. El hecho de que durante casi hora y media en el Congreso de los Diputados se hablara de Andalucía y en andaluz ya es algo que no suele pasar. Pero es que tenemos 61 diputados andaluces. Tiene que ir un diputado de Adelante Andalucía, una fuerza que todavía es minoritaria en el Parlamento de Andalucía, haciendo un vericueto burocrático para llegar hasta el Congreso a hablar de los derechos los andaluces. Es una victoria, pero también refleja las limitaciones de todos los partidos que están en el Congreso. Mi sueño político es cambiar Andalucía, transformar Andalucía para que las clases populares de Andalucía tengan el poder y vivan bien. Conseguir escaños en el Parlamento o en el Congreso simplemente es el medio para conseguir eso.
R. Tenemos nuestra propuesta y nuestra dinámica de precampaña lanzada. Estamos en fase de escucha a los andaluces, recogiendo propuestas, para ver cuáles son los problemas y los dolores de la gente, y llevarlos a las próximas elecciones. Hemos cogido un camino propio, que es el camino del andalucismo. Y el camino de una izquierda rebelde que no tiene nada que ver con el PSOE, con el PP, ni con los partidos de siempre. Le deseo lo mejor a las otras fuerzas de izquierda, que ojalá se pongan de acuerdo, porque yo quiero que estén en el próximo Parlamento de Andalucía y que sumemos nuestros votos para echar a la derecha. Les deseo lo mejor, desde el cariño y el respeto, pero cada uno tiene su camino. Cuando en 2018 hubo por primera vez en la historia un cambio de gobierno en Andalucía, fue porque sumaron tres derechas, PP, Ciudadanos y Vox. ¿Por qué en 2026 no pueden sumar las tres izquierdas? Yo lo veo posible, y nuestro trabajo es conseguirlo.
"¿Por qué en 2026 no pueden sumar las tres izquierdas? Yo lo veo posible"
R. Yo le pregunto a los andaluces: ¿No creen que hace falta un partido andaluz de una vez por todas en Andalucía? ¿No creen que hace falta una izquierda que no se resigne a lo que diga el PSOE todos los días? Una izquierda que no arrastre los pies, que no esté triste, resignada. Nosotros representamos otra cosa: una izquierda andalucista, alegre y valiente. Vamos a dejar ya la resignación, la tristeza y los tonos grises en la izquierda. Vamos a salir con un poquito de alegría y aire fresco. Eso es lo que representa Adelante Andalucía y creo que hay millones de personas que están deseando escuchar esto.
R. Yo estoy escuchando que la gente no quiere más peleítas de la izquierda. Quiere que hablemos de lo importante. Por eso yo no hablo mal de las otras izquierdas. Tengo que dedicarme a hablar de vivienda, y eso implica no casarme con nadie: quiero que se expropien las viviendas vacías en manos de bancos y fondos de inversión, y eso me gustaría que lo hiciera el Gobierno, en teoría de izquierdas, que está en el Gobierno central. Hay 640.000 viviendas en Andalucía en manos de bancos y fondos de inversión. Imagina qué significarían esas casas a precios asequibles. Ahí están nuestras diferencias con las otras izquierdas. La gente nos habla de Sanidad, de Educación, de que no llegan las ayudas a la dependencia, de que no hay trenes en Andalucía. Yo quiero hablar de cosas importantes, de las cosas de comer.
R. Se dedica mucho a lo cosmético y a hablar de sí misma, de la vida y obra de los dirigentes de izquierda. Yo no hablo mucho de mí mismo, creo que no es muy interesante. Creo que hay que hablar de otras cosas, estamos aquí para transformar Andalucía.
R. Con dos cosas fundamentales: que consiguiéramos echar a las derechas, a Moreno Bonilla y a la extrema derecha del poder y la influencia. Y otra, que la izquierda andalucista ojalá fuera la principal fuerza de la izquierda. Que fuera una fuerza determinante para cambiar Andalucía y que eso automáticamente nos permitiera construir poder social en la calle, estar en los sindicatos, en los movimientos de vivienda, en la Marea Verde, con la Marea Blanca, impulsando las luchas.
"Moreno ha construido un personaje por el cual la gente se cree que es buena gente"
R. Moreno suspende en Ética, porque estamos viendo los casos de corrupción más duros que hay. Suspende en Valores, porque estamos viendo cómo es incapaz de frenarle los pies a la extrema derecha, abriendo oficinas contra las mujeres, como en Sevilla. Suspende en Economía, porque es incapaz de hacer algo tan lógico como que los que tengan más, paguen más impuestos. Y después, le doy un sobresaliente en Propaganda. Es un máquina en lo suyo, en dar coba a los andaluces. Está practicando luz de gas a los andaluces. Es una forma de manipulación psicológica por la que haces creer a otra persona mediante engaños que lo que está viendo o está sintiendo no es verdad. Cuando dice que no hay problemas en Sanidad, y luego ves que no tienes cita con tu médico... eso es luz de gas. ¿Algo bueno? Es el mejor en propaganda. Ha construido un personaje por el cual la gente se cree que es buena gente. El concepto de buena gente que tengo es otro, es ser buena persona, y eso es incompatible con hacer recortes en Sanidad.
Yo creo que hubo tres grandes razones para que el PSOE perdiera la Junta: hacer una política absolutamente privatizadora de la Sanidad, por cierto, la política que se la inventó es una señora que se llama María Jesús Montero; la segunda razón fue la corrupción; y la tercera, que Susana Díaz empezó a pensar más en Madrid que en Andalucía. Ya llevamos dos de tres. Tenemos los problemas de la privatización de la Sanidad con Moreno Bonilla, los problemas de la corrupción, y solo nos falta el tercer paso, que estoy seguro de que Moreno lo dará. El siguiente capítulo será en el que coge el AVE e intenta meterse en el círculo de la M30.
R. Es un Gobierno que nunca cumple lo que promete. No se enfrenta a la extrema derecha. ¿Qué ha hecho para frenar los bulos de la extrema derecha? Aparte de tomarse cinco días de descanso. Nada. ¿Qué ha hecho para atajar el problema de la vivienda? Nada. Sigue haciendo política para los rentistas y los bancos. ¿Qué ha hecho para defender los servicios públicos? Absolutamente nada. Es un Gobierno cosmético, que pone mensajes para quedar bien, pero que no ha hecho nada para que la gente viva mejor.
R. El PSOE supo manipular muy bien un sentimiento, una identidad andaluza, un hambre de pueblo que tenía Andalucía en los 70 y los 80. Y ahora el Partido Popular es un alumno aventajado, incluso lo está superando. Está intentando manipular nuestros sentimientos a través de anuncios bonitos, con música de Semana Santa, pero el andalucismo no es eso. Uno no puede ser andalucista cuando está intentando, por ejemplo, utilizar el Estatuto de Autonomía para denunciar las medidas que hace el Gobierno central contra los pisos turísticos, siempre en favor de Airbnb y Booking. Ni vendiéndole nuestra Sanidad a Sanitas, Quirós o Adeslas. El Estatuto no se puede utilizar para que nuestra Educación se la esté dando a empresas como Medac, que la controla un fondo de inversión sionista que financia operaciones de guerra en Israel contra Palestina. El Estatuto de Autonomía, el andalucismo, están hechos para defender Sanidad, Educación, vivienda, dependencia, derechos sociales y para que Andalucía tenga futuro. Yo creo que lo otro es manosear la bandera y la historia de nuestros abuelos.
R. Si todos se envuelven en la bandera andaluza, parece que una fuerza andalucista como la nuestra no tiene sentido, cuando de hecho es todo lo contrario. Nosotros somos la única fuerza andalucista que dice que la bandera de Andalucía es la bandera de los trabajadores, la que se lleva en las manifestaciones, cuando se defiende la Educación, la Sanidad, cuando hay una huelga como en Acerinox o en Astilleros. La bandera de Andalucía no es una bandera manoseable, no se puede rellenar del contenido que sea. La bandera de Andalucía no se rellena de anuncios bonitos pagados con dinero público. Esa es la tarea que tenemos por delante: explicarle a la gente que no se deje embelesar por los que se enrollan en la bandera andaluza para darnos coba.
