Arrancan las elecciones municipales de 2019 con uno de los horizontes más inciertos que se recuerdan. 166.428 electores se encargarán de arrojar luz para conformar un gobierno en Jerez, cuyos votos estarán repartidos en las urnas de 101 colegios electorales por 263 mesas, distribuidas en 10 distritos y 165 secciones.
Tras las votaciones en las elecciones generales, previo paso por los comicios andaluces, se vislumbra un panorama abierto en el que cualquier pronóstico tajante resultará aventurado. Los dispares resultados obtenidos en Andalucía (ganó el bloque de derechas) y en España (ganó el bloque de izquierdas), el carácter único y peculiar del enclave municipal, unido a la ausencia de sondeos previos que tomen la temperatura electoral, hacen de estas elecciones una de las más disputadas e impredecibles de nuestra historia moderna.
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Lo que si parece seguro es que la gran movilización electoral ocurrida en las generales (en Jerez se alcanzó el 70% de participación con un total de 117.433 votos) no será fácil de reproducir para estos comicios municipales, primero porque parece más calmada la urgencia del voto anti Colón, y después porque el escepticismo en la ciudad ha ido increscendo en los últimos años.
"Es cuestión de cumplir"
Parte de una posición cómoda el Partido Socialista, liderado por Mamen Sánchez. Es el partido que actualmente gobierna la ciudad, por tanto, podrá incorporar a los debates aquello que ha conseguido poner en marcha durante su mandato. Es un nada despreciable as en la manga. Llega más tranquilo de lo normal, con la alegría de las elecciones generales reciente y con Sánchez reforzada después de ganar el pulso interno a Isabel Armario. "No es cuestión de prometer, sino de cumplir", es su eslogan. Su grupo de candidatos, que varía poco con respecto al que hoy gobierna, pierde por el camino a uno de sus mejores baluartes, el delegado de Economía Santiago Galván.
El PSOE aspira a mejorar los resultados del 2015, en los que reunió 21.788 votos; los más optimistas hablan de reeditar el gobierno actual con un mayor número de votos y concejales. ¿Será el trasvase de votos de Podemos, otras izquierdas (y parte del centro) hacia el PSOE de las generales extrapolable al ámbito municipal? ¿Conseguirá el PSOE una victoria plácida al estilo Pedro Sánchez? Esa es su gran meta.
El PP, una incógnita
Como antítesis de este PSOE se sitúa el Partido Popular de Antonio Saldaña, una vez pasada a mejor vida política María José García-Pelayo. El candidato de los populares es hoy día una incógnita. Aunque no de forma oficial, este lleva más de un año en la vorágine de una campaña unipersonal de corte populista que despierta tantos comentarios como animadversión. No se puede asegurar que este nuevo aire más comedido y alcaldable convenza a la ciudadanía para que el descalabro del partido a nivel nacional, con Pablo Casado al mando, no se contagie.
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En cualquier caso, el Partido Popular aspira a volver a gobernar. Saldaña ha vaticinado públicamente que espera conseguir muchos más votos que Ciudadanos y Vox, pero sabe perfectamente que podría depender de ellos para formar gobierno. Cabe recordar que tanto en las andaluzas como en las generales el Partido Popular estuvo por debajo de Ciudadanos en cuanto a número de votos en Jerez. ¿Conseguirá Carlos Pérez, líder de la formación naranja, sobrepasar a Saldaña? Veremos. En cualquier caso, lo relevante reside en si la suma de las tres derechas alcanzan para amarrar la alcaldía. Un dato importante; Vox está en alza en la ciudad en cuanto a número de votos, de los 10.543 votantes de las municipales ha pasado a 16.056 en las generales.
La izquierda, fragmentada
El seno de la izquierda llega a los comicios, como no podía ser de otra manera, fragmentado. Podemos Jerez cambia de alianza, y pasa de presentarse como parte del proyecto municipalista de Ganemos Jerez a ir en coalición clásica con Izquierda Unida bajo el nombre de Adelante Jerez. Kika González y Raúl Ruiz-Berdejo competirán por el voto de un electorado similar. Está por ver si la agrupación de electores retendrá sus votantes y mantiene la fuerza como ente individual (sin contar con la "marca Podemos") o el verdadero punch de su candidata. El caso de Adelante, que parece tener un suelo electoral garantizado, es difícil de pronosticar pues en las últimas citas con los votantes ha quedado en cuarta posición situado entre el PP (al que pisa los talones) y Vox. ¿Qué parte de ese pastel podría pertenecer en la ciudad a Ganemos Jerez? Las urnas lo revelarán. Lo cierto es que gran parte del electorado de izquierda demandaba una confluencia entre las tres partes que no ha llegado y eso ha desmotivado a decenas de militantes.
https://twitter.com/GanemosJerez/status/1126556187183468545
Otra de las grandes incógnitas de los comicios reside en la capacidad de entenderse entre PSOE, Ganemos y Adelante en el caso de que sus votos sumaran para conformar, de un modo u otro, gobierno en la ciudad. Adelante ha dicho que no quiere pactar con el PSOE ni en broma y Ganemos no descarta nada. Pero estas cábalas podrían ser del todo inútiles, ya que si se reprodujeran los resultados de los dos últimos comicios, el bloque de la derecha sería mayoritario y tendríamos a Pérez o Saldaña dirigiendo la ciudad.
De los partidos hoy sin representación, sin tener en cuenta a la ultraderecha, es decir Jerezanos en acción, AxSí, y el PCPA, solo el de Álvaro de la Calle parece tener alguna oportunidad de asomar la cabeza por el Ayuntamiento, visto lo visto hasta el momento. Las tres fuerzas dependerán más que otras de una campaña potente para conseguir representación en la calle Consistorio, meta que se antoja complicada.
https://twitter.com/AdelanteJerez/status/1126616163310604290
En cierto modo, los resultados de estas elecciones marcarán una tendencia: hacia una cierta continuidad en el devenir del Ayuntamiento o marcará el rumbo del enésimo giro copernicano en su Gobierno. En cualquier caso, da comienzo una campaña abierta, con nueve candidaturas (siete alcaldables hombres y dos mujeres), que podría tener gran influencia a la hora de convencer a los indecisos. Una batalla electoral que se aventura cruenta, compleja, con la Feria del Caballo de por medio y la resaca de haber pasado por las urnas dos veces en los últimos meses. Todo está por decidir.
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