Por temor a ser asesinados y que sus hijos queden huérfanos. Por miedo a que estos se pierdan tras alguna explosión. Por la desesperación de unas madres ante una guerra.
Lo ha contado el presidente ucraniano Volodímir Zelenski durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados. Madres y padres tatúan con bolígrafo sus datos de contacto (fecha de nacimiento, teléfono de algún familiar y algún detalle relevante) en los cuerpos de sus hijos por si ellos pierden la vida.
"Lo firmé con mis manos, temblando mucho", ha confesado Aleksandra Makoviy, una de esas madres ucranianas que puso sus datos con bolígrafo en la espalda de su hija Vera.
Afortunadamente, tanto ella como su hija se encuentran ahora en un lugar seguro, pero durante los primeros días de la invasión rusa temieron lo peor tras las potentes explosiones que se escuchaban cerca de la zona donde vivían.
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