Efecto mariposa en el Marco de Jerez: 'cosechón', mildiu, mosto de las cooperativas...

Una concatenación de fenómenos causa-efecto se desata en el último mes en el sector vitivinícola, todo debido a una plaga que aún está por ver cuáles son sus últimas consecuencias

Preciosa imagen del atardecer en un viñedo del Marco de Jerez.
Preciosa imagen del atardecer en un viñedo del Marco de Jerez. JUAN CARLOS TORO
14 de junio de 2025 a las 07:00h

Como diría todo pensador posmoderno que se precie, el Marco de Jerez es un ecosistema totalmente interconectado. Cualquier cuestión, sea un problema o algo positivo, tendrá forzosamente repercusión no solo en el subsector –como se decía antiguamente– al que afecte, sino que con toda seguridad tendrá también consecuencias para el resto, no necesariamente del mismo signo... ni por fuerza del opuesto, es decir, simplificando, una noticia positiva para los viticultores no tiene que ser positiva o negativa para las bodegas. Y viceversa. Depende. Hay 'efecto mariposa', pero como debe ser queda siempre por determinar...

Vamos a entrar en materia. La plaga de mildiu (desde la semana pasada también hay oídio) sigue recorriendo el viñedo del Marco de Jerez y, con toda seguridad, va a tener importantes consecuencias –negativas– en la próxima vendimia. El caso es que esa vendimia, hasta hace escasamente unas semanas, iba a ser la del 'cosechón', nombre que le habían dado distintos agentes en el sector, ante las buenas perspectivas que generaron las importantes lluvias que cayeron en invierno y al comienzo de la primavera.

Pese a que el Marco de Jerez está muy ajustado en cuanto a la necesidad y la demanda de materia prima, esa previsión de gran cosecha para 2025 hizo que algunas bodegas se mantuvieran a la expectativa y, digamos, no 'corrieran' a comprar el mosto que elaboran y comercializan las cooperativas (acuerdos que se suelen cerrar en diciembre para vender los dos o tres meses siguientes). El alto coste en el que se ha puesto una bota de 500 litros de mosto al deslío (en 2024 rondó los mil euros) y las previsiones de 'cosechón' (vamos a seguir utilizando el término instaurado) hizo que varios potenciales clientes hicieran sus cálculos sobre lo que había y su precio –y lo que venía y su posible precio– y decidieran pensárselo. 

Todo cambia en un mes

Pero, en estas, llegó el mildiu hace cosa de un mes. En ese momento, las cooperativas tenían todavía varios miles de botas, las que no habían vendido a las bodegas que habían puesto sus expectativas en el 'cosechón' y la bonanza de precios que, sin duda, traería... o que estaban esperando a una importante caída de precios por parte de las cooperativas, a fin de 'limpiar' naves y dejar paso a la nueva producción.

Pero de repente, todo cambió con la plaga del hongo. Con el mildiu afectando de una manera u otra a todo el viñedo del Marco de Jerez y una previsión de pérdidas por parte de la Federación de Cooperativas superior al 50% de la vendimia (por venir) los planes de todo el sector se han desbaratado, en especial los de las bodegas que estaban especulando con esa producción espectacular que no va a ser. Ya nadie habla de 'cosechón' y todo el mundo ha corrido a abastecerse a un precio más parecido al de mercado que al de saldo (lo que va de 850-900 a 700 euros la bota) de tal forma que las cooperativas prácticamente han vendido casi toda la producción de mosto que les quedaba en un par de semanas, cuando el mosto estaba al borde de ser vino de segundo año y a punto, a punto también de convertirse en un nuevo problema para el sector.

Ahora queda esperar a ver el efecto real del mildiu (y, en menor medida, del oídio) en una vendimia repleta de incógnitas.

Sobre el autor

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Carlos Piedras

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