Un asesinato se ha cometido en el barrio de Vistazul de Dos Hermanas. “¡No pensáis que, al matarnos, vosotros os suicidáis!”, gritan los ejemplares de la arboleda que lucían en la calle Tajo en un poema. Un total de 29 árboles que, a principios de agosto, fueron arrancados de raíz sin más. El Ayuntamiento de la localidad sevillana vio oportuno realizar obras para la mejora de las redes de saneamiento y canalización de esta larga vía, llevándose por delante a un espacio verde que respiraba en la mediana.
La intervención, coordinada por Emasesa y el Consistorio, con un presupuesto de 1.457.494 euros y un plazo de ejecución aproximado de 38 semanas, hizo saltar las alarmas. El “atentado” enfureció al vecindario que había visto crecer a los principales productores de oxígeno. “Sufrieron una poda salvaje y desmesurada”, manifiesta la Plataforma vecinal en defensa de la arboleda y zonas verdes haciendo referencia al tramo afectado-desde la rotonda hasta la calle Segura.
Según anunció el Ayuntamiento, se trata de “una obra importante, necesaria para evitar las posibles inundaciones que tradicionalmente han sufrido las zonas aledañas a dicha avenida”. Los vecinos apoyan las actuaciones, pero se niegan a aprobar el destrozo de las especies, que tienen un componente simbólico más allá del mero adorno.
“Sufrieron una poda salvaje y desmesurada”
Moreras, palmeras y olmos formaban parte de la escena urbana que se ha quedado huérfana de naturaleza. Para los residentes del barrio Pachico, ubicado en torno a la vía, estos árboles tenían un valor sentimental que, según exponen, la Administración local no ha tenido en cuenta. “Antes de ser urbanizado se quedó un espacio central donde los propios vecinos empezaron a sembrar árboles y setos para embellecer la zona”, explica Antonio Pintamonos, uno de los miembros de la Plataforma al que le duele pasar por delante de las obras.
Los ejemplares han vivido en la mediana durante más de 40 años, y ahora, los han echado de su hogar. “La mayoría de las personas que los sembraron ya han fallecido”, comenta el nazareno que enumera a algunos de esos vecinos que plantaron con cariño sus semillas. La primera generación de un comercio, el dueño de una floristería del barrio o un jardinero que había trabajado en la Expo de Sevilla-se los trajo de allí- son los rostros anónimos que participaron en esta iniciativa ciudadana. “Una churrera que había en la zona también sembró un árbol justo enfrente de la churrería, ahora el negocio lo lleva la hija”, explica el vecino.
En cuanto comenzó la “masacre medioambiental”, los nazarenos reaccionaron y empezaron a movilizarse en defensa de la arboleda. Tras una reunión entre las personas preocupadas por la situación, se creó esta Plataforma que nace, no solo para alzar la voz en este caso, sino en todos los que observen en el municipio. El movimiento inició su actividad un viernes con la intención de “evitar que siguieran arrancando los árboles que quedaban”, sin embargo, según cuentan a lavozdelsur.es, “el Ayuntamiento se dio cuenta de que nos habíamos movilizado y actuaron con inmediatez”. Así, el lunes “ya no quedaba ninguno, habían arrancado todos los del siguiente tramo, que no estaba ni cercado todavía”.
“La mayoría de las personas que los sembraron ya han fallecido”
Los vecinos estaban sorprendidos por lo ocurrido. “Eran obras que esperábamos, pero para hacerla no hacía falta quitar los árboles”, destaca Antonio con conocimiento de causa. El colectivo ha tenido acceso al documento del proyecto inicial de las obras y ha descubierto que en sus páginas “no se habla en absoluto de arrancar árboles”. Al contrario, apuntan a que se deben tomar “todas aquellas medidas necesarias para garantizar su protección durante la ejecución de las obras proyectadas”.
La lucha está en marcha para que se cumpla con esa protección que sí se ha tenido en cuenta en otros tramos donde ya se han realizado las obras de canalización. “En otras calles no se ha tocado la arboleda”, asegura el nazareno con indignación.
Las movilizaciones no han cesado desde que la calle Tajo ha perdido a sus árboles. Los balcones se han llenado de banderolas que gritan la ausencia de estas especies y los carteles de las actividades se hallan por todos los rincones de la localidad.
“Estaban buscando la excusa para cargarse la arboleda. Nos hemos enterado de que llevaban tiempo detrás de ella porque, según los técnicos, no son los árboles idóneos para una mediana”, comenta el nazareno, que también destaca que, al parecer, el consistorio los ha retirado porque “los camiones se chocan con las ramas”.
Por su parte, el Ayuntamiento ha transmitido su versión en sus redes sociales ante las quejas. Según publica, la arboleda ha sido debidamente catalogada, ejemplar a ejemplar, y se ha desplazado a un vivero para su tratamiento y recuperación. Pero el biólogo, Jesús Cuenca, se ha acercado al recinto y ha visto que “allí están, pero se están muriendo”.
El Consistorio comunicó que las especies que han tenido que ser trasladadas, una vez tratadas y recuperadas, serán ubicadas en esta o en otras zonas de la ciudad según las indicaciones técnicas, y volverán a formar parte del rico patrimonio ambiental de la ciudad. “Decirle a la ciudadanía que pueden tener la tranquilidad con la zona verde afectada, porque los trabajos se están realizando con la máxima garantía para la recuperación y mantenimiento de los ejemplares” explicó. Incluso tienen pensado ampliar el número de especies en la mediana, pero esos ya no serán las que significaban tanto para el vecindario. La Plataforma no lo ve claro.
“No es cuestión de criterios técnicos, sino de que tiene un valor sentimental”
“No es cuestión de criterios técnicos, sino de que tiene un valor sentimental y debería haber tenido un tratamiento distinto. Lo hicieron sin pedir opinión a nadie”, denuncian. Ahora, su misión es que no hagan lo mismo con el resto de la calle y que, los árboles que sobrevivan vuelvan al lugar donde llevan décadas.
Antonio, Juan Jesús y numerosos vecinos que se han sumado a esta reivindicación piden “un arbolado con idéntica frondosidad” y que se respete la vía durante las fases que quedan. Desde el inicio de las obras, la Plataforma ha solicitado información al Ayuntamiento sobre este proyecto, pero asegura que aún no han recibido respuesta.
Por ello, mientras que no vean soluciones, seguirán haciendo ruido a través de manifestaciones artísticas. Han creado pancartas, comics y poemas, además, organizan asambleas con frecuencia. Todos se han unido por una buena causa durante estos meses en los que se han llegado a trasplantar en macetas los brotes nuevos que se divisaban en las raíces que habían quedado en el terreno. “Llevamos estos olmos al colegio bilingüe Antonio Gala para que los cuidaran”, explica Antonio al otro lado del teléfono.
La próxima actividad tendrá lugar el próximo sábado 9 de octubre a las 12.00 horas junto al Ukelele. Punto de encuentro desde el que Jesús Cuenca comenzará un paseo botánico por la calle Tajo para poner en valor a las especies y conocer sus características. “Tienen muchas ganas de vivir”, dicen los que observan las raíces que sobresalen de los huecos. Dos Hermanas añora a una parte de esta histórica arboleda. Aún hay tiempo para salvar el resto.
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