La segunda fase del proyecto de reurbanización y renovación de redes de abastecimiento y saneamiento en la calle Tajo de Dos Hermanas, en Sevilla, promovido por Emasesa, ha generado rechazo entre algunos vecinos. Al igual que en 2021, cuando se ejecutó la primera fase entre la avenida de España y la calle Segura, los residentes han alzado la voz. Quieren paralizar la retirada de árboles de la mediana en el nuevo tramo de obras, que va desde la calle Segura hasta la avenida Joselito el Gallo.
Los residentes denuncian que esta intervención urbanística está suponiendo la eliminación de ejemplares arbóreos que, según explican, llevan décadas aportando sombra, biodiversidad y valor ecológico a la zona. "No hace falta matar a los árboles. Van a sacrificar una arboleda histórica increíble. Tenemos ahí un microclima brutal y va a desaparecer", afirma Charo, una de las vecinas implicada en la recogida de firmas.
La mujer denuncia que los árboles están siendo extraídos "sin raíces y totalmente desmochados", y relata cómo este martes se ha retirado una palmera. A su juicio, todo responde al intento de reconfigurar el espacio para crear aparcamientos en batería, lo que exige desplazar la mediana. "Esto es una sartén en verano. Van a dejar arbolitos bonsái chiquititos y palmeras muy altas con pocas hojas. Y no dan sombra", lamenta.
Diversidad vegetal en riesgo
El tramo afectado por las obras alberga una amplia variedad de especies, como Paulonia, Limpiatubos, Melio, Aligustre, Jacaranda, Olmo, Brachiquito, Olivo, Morera y Naranjo amargo, así como varias especies de palmeras –mexicana, canaria y datilera– y arbustos como el Aloe, Bonetero o Adelfa. Esta riqueza vegetal contribuye no solo a embellecer el entorno, sino a mejorar la calidad del aire, generar sombra y dar soporte a la fauna local.
El biólogo Jesús Cuenca ha criticado la falta de transparencia. "Van a actuar sin informar a los vecinos, sin un consenso sobre lo que se va a hacer con los árboles que están plantados en la mediana, la mayoría plantados por los propios vecinos y rondan los 40 y 50 años", dice. Según los residentes, en la primera fase ya se arrancaron ejemplares con la promesa de ser replantados, algo que, aseguran, no se cumplió.
Otro vecino, Fernando, apunta que el problema reside en la intención de modificar el eje de la calle. "Quieren modificar el modelo urbanístico desplazando el eje de la mediana, por lo que el Ayuntamiento justifica la eliminación de los árboles existentes sin tener en cuenta su historia", explica. Además, denuncia la forma en la que se están ejecutando las talas: "con un desmochado injustificado y un arrancado de raíz, sin protecciones de las mismas".
La versión oficial: mejora hidráulica y más árboles
Desde el Ayuntamiento aseguran que se trata de una obra estructural para mejorar las redes de saneamiento y abastecimiento, con una duración prevista de 70 semanas desde el 29 de abril. Según el consistorio, el proyecto permitirá mejorar la eficiencia del sistema hidráulico, reducir pérdidas de agua y minimizar riesgos de inundación.
También se contempla la renovación de la red de saneamiento, de riego, pavimento y alumbrado público. En relación con la vegetación, el Consistorio afirma que la arboleda aumentará con 135 nuevos ejemplares de distintas especies, siguiendo el modelo de la primera fase.
"Esas son unas obras de envergadura, en las que hay que meter una canalización muy importante que es la que evita inundaciones en determinadas zonas de la ciudad. No es una actuación estética. Una vez que se meten los tubos de saneamiento, se arregla toda la calle, incluida la arboleda, que es la respuesta al final de la obra", subrayan. Otros vecinos han trasladado al Ayuntamiento su satisfacción con estas obras que buscan mejorar la ciudad.
La transformación integral de la calle Tajo sigue adelante mientras los vecinos seguirán alzando la voz para salvar esta arboleda. Este martes han convocado una reunión para concretar acciones.
