Aquellos que aún guarden en sus casas los discos de vinilo con los que se editaban gran parte de los villancicos que hoy se han popularizado en las Zambombas que se realizan en Jerez, tienen una cita ineludible el convento de Santo Domingo próximamente.
A beneficio de las obras de construcción de la nueva sede, el Coro de la Hermandad del Rocío de Jerez va a llevar a cabo un concierto de villancicos en el templo jerezano donde "vamos a hacer un repaso de nuestra discografía navideña, además realizar un guiño a temas de Parrilla, Fernando Terremoto o Luis de Perikín", tal y como indica a lavozdelsur.es su director, José Luis Fernández Manteca.
"Será un concierto de Navidad donde queremos interpretar y demostrar lo que llevamos trabajando desde hace unos meses las 43 personas que componen el coro de adultos, además de las 12 del coro joven y los niños de 7 a 14 años del coro infantil", añade el máximo responsable de esta iniciativa, cuya intención principal a la hora de organizar este evento parte de "aquel año 1991, cuando grabamos el primero de los cinco discos de villancicos que tenemos, hasta los temas más actuales".
Así pues, el 12 de diciembre, a partir de las 21.45 h, en el convento de Santo Domingo volverá a sonar aquellas composiciones que crearan para el coro de la Hermandad del Rocío de Jerez los compositores Antonio Ojeda, Jacinto Alfonso o Antonio Gallardo y su familia, junto con la de nombres históricos como Manuel Fernández Molina Parrilla de Jerez o Fernando Fernández Pantoja Terremoto hijo o los actuales Luis de Perikín.
Con un donativo de entrada establecido en 5 euros, aquellas personas interesadas de poder conseguir alguna de "las 400 entradas que se van a poner solamente a la venta porque queremos que todo el mundo esté sentado en el templo", pueden adquirirlas en la secretaría de la propia hermandad a través de los teléfonos 639 221 519 y 666 435 306, en los puntos de venta que figuran en el cartel anunciador que tiene publicado el coro en sus redes sociales o, por último, el próximo lunes en el propio convento después de misa de ocho de la tarde.