Todo recién hecho, fresco y de calidad. Rafael Candón y Noelia Begoña, junto a un equipo de 36 personas, miman a diario Masa Madre, un obrador nacido en Jerez que está a punto de cumplir sus cinco años de vida. En este tiempo, se ha expandido llevando sus productos a otros rincones más allá del Parque Atlántico, su primer local. Cualquier excusa es buena para darse un homenaje en esta pastelería y cafetería que se esfuerza por seguir sorprendiendo a todos los paladares.
“No somos una pastelería monoproducto”, comenta Rafael, que asegura que no existe semana en la que no haya alguna novedad en sus vitrinas. “Nos inventamos somas nuevas, vamos haciendo rotación de productos en tendencia”, dice. Siempre inventando con ingredientes para que sus clientes no se aburran.
Masa Madre se ha ganado el cariño del público por ser experta en alegrar estómagos en cualquier momento del día y del año. Una tarta de queso de pistacho, un brownie de Oreo y campurrianas o una galleta de arándanos y frutos secos conviven en la vitrina con otras creaciones como un croissant de una masa frita similar a la del donut, relleno de una crema especial y emborrizada de azúcar.
Como dice Rafael, “un vicio”, que se suma a una versión veraniega de la tarta de manzana, elaborada con hojaldre, crema de manzana y manzana caramelizada. En los últimos meses, el chocolate Dubái también se ha colado en el local. “Como está tan de moda, hemos hecho con este producto, un brownie, una tarta de queso y una galleta rellena”, explica a lavozdelsur.es.
Y ahora en verano, Masa Madre apuesta por granizadas de distintos sabores como el mango, la piña o el melocotón, y cócteles. En esta época del año, ofrecen helados de palo personalizados, ideales para combatir las altas temperaturas jerezanas.
“Tenemos el Magnum Factory, como París o Nueva York. Escoges tu Magnum a tu gusto, con las coberturas y toppings que quieras poner. Le puedes poner por encima de todo, como a un crep, cobertura de chocolate negro o un Happy Hippo”, explica el empresario.
De lo clásico a la innovación
Otro punto fuerte de Masa Madre son los desayunos. Desde que arrancaron su aventura hostelera, cada semana proponen una opción distinta, tanto de brunch como de desayuno clásico de toda la vida. “Aquí desayunas el clásico mollete con jamón o te vas a la excentricidad”, comenta Rafael. En la carta se encuentra un bretzel con queso, huevo benedict, bacon crispy y mayonesa trufada. También un croissant y una tortilla deconstruida de pepperoni. “Con queso cheddar calentito por encima, como se hace con las hamburguesas, ahora”, añade.
Llama la atención un plato de salchichas alemanas con crema de Lotus, salsa de yogur y cebolla crujiente. “Dicen que los caminos de Dios son inescrutables, pues los sabores de Masa Madre son así, no sabes lo que te vas a encontrar cada semana”, añade.
Además de las propuestas sorprendentes y de la constante innovación que le caracteriza, este obrador defiende la pastelería clásica. Por eso, durante todo el año es posible degustar piononos, cortadillos, pastelitos de nata, petisús o merengue. “Los dulces de los abuelos se mantienen. Los sabores antiguos. Hemos luchado por ellos, por que cuando comas una cuña te acuerdes a la que te comías en el instituto. El público mayor siempre dice “es lo que comía antes”, sostiene.
El equipo contribuye así al rescate de recuerdos a través de dulces. Una filosofía que combinan a la perfección con sus productos más innovadores. En Masa Madre, ya están pensando en los próximos meses. “Estamos preparando una veintena de panes nuevos que van a entrar a partir de septiembre. Vienen muchas sorpresas, como un pan especial para deportistas desarrollado por nutricionistas”, adelanta.
