Según la RAE, un bujío es un espacio rústico y acogedor cuyo principal material de construcción es la madera. Esta idea es la que utilizaron Beatriz García y Carla Ruiz -37 y 38 años- para abrir su nuevo bar en pleno barrio de San Miguel, concretamente en la plaza de la Cruz Vieja número 3.
Este local fue inaugurado a finales del mes de mayo pero antes, estas dos emprendedoras jerezanas habían regentado su propio negocio cerca de allí. "El pasado mes de noviembre tuvimos la oportunidad de hacernos con el antiguo burguer de la calle Caballeros y no nos lo pensamos", cuentan.
Sin embargo, la experiencia no salió como esperaban, ya que tuvieron problemas con los vecinos y con la normativa municipal por ser una zona acústicamente saturada. "Queríamos imitar el modelo de negocio de las anteriores propietarias pero no se nos permitió. El primer día ya se nos presentó en el local la Policía", cuentan.
Por la situación de la zona en la que se ubicaban solo disponían de licencia para repartir comida a domicilio, de modo que sus planes se vieron frustrados nada más empezar.
Sin embargo, como dicen "no hay mal que por bien no venga" y unos meses después tuvieron la oportunidad de abrir sus puertas en un local más grande, con más espacio y que les permite llevar a cabo los planes que habían ideado. "Aquí podemos hacer las cosas que teníamos en mente, que no son pocas", aseguran.
Así nació Bujío, un bar situado en una zona emblemática de Jerez que ofrece una experiencia distinta a los clientes. "Nuestro modelo de negocio es diferente al del resto de bares de la zona", señalan como clave del éxito inicial de su establecimiento.
Y es que han caído de pie en su nueva localización, atrayendo a mucha clientela que, en gran parte, se suele convertir en habitual. "A la gente le gusta cómo hacemos las cosas, la terraza, la música… vienen a estar a gusto y muchas veces deciden repetir", afirman con orgullo.
Por su corto tiempo de vida, Bujío se presenta como un local sobrio pero que sabe cómo arropar a sus clientes. De hecho, uno de sus puntos fuertes es su gran terraza, decorada, iluminada y ambientada musicalmente para que comer o beber en ella sea una experiencia única.
"En principio estamos enfocados como una cervecería, pero también viene gente a tomarse un café, unas copas, unas tapas, o platos que no requieran de gran elaboración. Nosotros ofrecemos un abanico muy amplio para que cada uno disfrute de lo que le apetezca consumir", indican.
En cuanto a la carta, el hecho de contar con una cocina de tamaño muy reducido obliga a que, salvo los quesos fundidos, el resto de platos sean fríos. Aún así, ofrecen una gran variedad de embutidos, conservas, aliños, tapas frías, montaditos y postres caseros. También elaboran cócteles, aunque aún están elaborando la carta correspondiente.
Pero sus dueñas insisten en que Bujío no es un establecimiento hostelero al uso. "Nuestra intención es ofrecer algo más que comida y bebida", remarcan. Actualmente acogen una exposición de cuadros de dos artistas extranjeras residentes en Jerez y a partir del 7 de agosto pretenden empezar a organizar un mercadillo abierto a todos los públicos. "Quien venda camisetas puede traerlas, quien venda artesanía tiene las puertas abiertas… intentaremos que sea muy variado".
Y es que el objetivo que persiguen estas dos emprendedoras locales es crear un espacio común para la ciudadanía. "Nosotras tenemos muchas ideas y aquí tenemos la oportunidad de llevarlas a cabo así que no vamos a dejar ni una sin probar", aseguran.
Hasta el momento, el Bujío ha tenido una respuesta muy positiva de la clientela. Carla y Beatriz coinciden en que "abrir llegando al verano con una terraza tan grande y tan bien situada ha sido un acierto porque es muy agradable estar aquí". Sin embargo, se muestran cautelosas con lo que pueda suceder en invierno.
Por el momento, solo ellas están fijas y cuentan con trabajadores de apoyo para los fines de semana, pero esperan que "el negocio se mantenga o incluso crezca para poder invertir más en mejorar el local y aumentar la plantilla".
En el futuro, este establecimiento pretende culminar las obras de decoración en su interior así como rematar la terraza, ampliar la carta de comida y de bebida y ofrecer diferentes alternativas de entretenimiento al público como talleres y conciertos acústicos. No cabe duda de que estas dos jóvenes hosteleras locales tienen en mente una gran cantidad de planes para hacer que el Bujío perdure durante muchos años en el centro de Jerez.
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