Pensar en esta época de Cuaresma y Semana Santa, que ya está como quien dice a la vuelta de la esquina, es acordarme de los roscos de mi querida abuela Pilar, gran cocinera y repostera.
Desde que tengo uso de razón he visto primero a mi abuela Pilar y también a mi madre Cristina, preparar estos rosquitos, además de para esta época del año en la que nos encontramos, para cumpleaños nuestros, para llevar a los cumples de nuestros amigos, en mi comunión y en la de mis hermanos, en todos los eventos familiares. ¡¡No había fiesta familiar sin los rosquitos de mi abuela y de mi madre!! Y siempre hemos escuchado el mismo comentario, ¿qué tendrán estos roscos? Y, ¿cómo los preparará Cristina?
Pues bueno, aquí tenéis esta estupenda receta de mi abuela, heredada por mi madre y por mi tía Leli (que es muy buena cocinera también y que ya compartiremos una de sus recetas dulces en breve), que como veis es muy sencilla y cuyo único secreto es ponerle mucho cariño y prepararlos muy a menudo.
Esta receta está incluida en el primer libro de recetas familiares roteñas, en honor a mis queridas abuela Pilar, mi tía Leli y mi madre, por mantener viva esta receta familiar y además en cada presentación, no solo del primer libro, sino también del segundo y el tercero, han estado muy presentes estos roscos de mi abuela, que hemos dado a degustar a todos los que nos han acompañado.
Esperamos que os guste a todos y que las preparéis :-)
Ingredientes
- 750 g de harina de repostería
- 2 huevos
- 150 ml de aceite de oliva suave
- 150 ml de leche
- 250 g de azúcar
- la ralladura de un limón
- 1 cucharadita de bicabornato
- La piel de una naranja
- Azúcar molida
Modo de preparación:
En un bol grande vertemos parte de la harina (500 grs), añadimos el bicarbonato, el azúcar y la ralladura de limón, y mezclamos todo con la espátula.
A continuación hacemos un hueco en la masa y agregamos los huevos, el aceite y la leche. Mezclamos todo de nuevo con la espátula.
Echamos la masa en una superficie, donde habremos espolvoreado harina para trabajarla, y le vamos agregando poco a poco el resto de la harina, hasta que podamos manejar bien la masa (hasta que se nos pegue a las manos). Si vemos que necesitamos más harina se la agregamos.
En un platito echamos un poco de aceite y nos mojamos ligeramente las manos para hacer los roscos.
Cogemos tiras de masa, que amasaremos y cortaremos para darles forma de rosco y los comenzamos a freír en una sartén con abundante aceite caliente.
Antes de comenzar a freír los roscos, freiremos una cáscara de naranja y retiraremos.
Una vez que comencemos a freír los roscos, bajamos el fuego a lento. Una vez que estén dorados los sacamos y los ponemos a escurrir en un plato con papel absorbente.
Cogemos un plato con azúcar batida para pasar los roscos y endulzarlos.
Y listos para comer, una vez que estén fríos :-) ya nos contaréis que tal os salen.
Feliz semana para todos y ya sabéis que podéis encontrar más recetas en la hemeroteca de lavozdelsur.es y en nuestro blog www.aprendiendoacocinar.es
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