El paso de Chicote con su programa Pesadilla en la cocina acabó siendo un infierno para Walter y Ana, los dueños por entonces de La Taberneta, un bar de Barcelona que tuvo que acabar cerrando por traspaso. El paso del popular cocinero por la cocina del referido establecimiento hostelero fue de las más sonadas y polémicas, ya que hubo momentos muy tensos, con discusiones y abandonos del local.
Pero todo aquello fue parte del circo que monta el citado programa. Los propietarios de aquel bar han montado un nuevo negocio en Berga, un pueblo situado a una hora de la Ciudad Condal. En este restaurante han atendido a Cenando con Pablo, el canal de un youtuber que difunde contenido en redes sobre gastronomía.
Walter y Ana han desmontado las mentiras de Pesadilla en la cocina señalando que estaba todo guionizado, que hasta les trajeron ollas de otros sitios y que cambiaron las cosas de lugar durante las casi doce horas que estuvo a solas en el bar el equipo de realización y producción del programa.
"Nos dijeron que dejásemos el restaurante sin limpiar cinco días antes de que viniesen a grabar", destaca Walter, que ha contado también una de las anécdotas que vivió durante la grabación. "Cortaban y me decían que me tenía que venir arriba porque de lo contrario nadie iba a ver el programa".
Ana, por su parte, ha confesado que "me llegaron a poner un cartel detrás de la cámara diciendo 'llora ahora'. Ellos llegan un domingo, te piden las llaves del local y te dicen 'desaparece'. Esto ocurre a las ocho de la mañana y cuando vuelves a las ocho de la noche, tu restaurante ya no es el mismo". Los propietarios se encontraron con objetos cambiados de lugar e "incluso trajeron ollas de otro restaurante".
Comentarios