Catorce botánicos y dos destilaciones. Elaborada con agua del deshielo de Sierra Nevada. Cinco infusiones y cañitas comestibles para una ginebra versátil y jerezana. Jaime Mena y Andrés Martagón son los padres de Sr. Stuart, un destilado que vio la luz este pasado marzo y que ya empieza a hacerse un hueco en los principales bares y discotecas de la provincia de Cádiz e incluso de fuera de ella.
Jaime, ligado al mundo de la hostelería desde hace años, tenía ilusión por sacar un producto que llevara su propia impronta. Eso sí, en ese sentido tenía claro que el marketing era esencial. Es aquí donde entra su amigo Andrés, cabeza visible de Briosso’s Marketing, quien le dijo que si quería triunfar, tenía que diferenciarse del resto. Si bien entre ambos todo se inició como una relación de cliente y profesional de la publicidad, al final acabó desembocando en un proyecto compartido por ambos.
Lo que diferencia a Sr. Stuart de otras ginebras es las múltiples opciones que da al consumidor. “Por qué conformarte con una sola ginebra cuando puedes tener varias”. El producto viene acompañado de diferentes infusiones, que Jaime y Andrés han venido a denominar kind, cada uno elaborado con frutas deshidratadas, extractos florales y un conjunto de aderezos que, señalan, hacen que cada copa tenga “un sabor diferente y único”.
Así, distinguen entre el Blunt Stuart (manzana, trozos de papaya y de melocotón, son los sabores predominantes); Mad Stuart (toques de cítricos, lemongrass y manzana); Rogue Stuart, donde la fresa y la frambuesa predominan; Chic Stuart (un toque frutal con matices de piña y mango) y Stuart Nightmare (regaliz y limón). En cuanto a las pajitas comestibles, o sips, también aportan una experiencia única en cada trago gracias a sus cinco sabores (chocolate, canela, jengibre, fresa y limón).
Jaime y Andrés tenían también claro que su iniciativa empresarial tenía que tener una parte solidaria. Así, parte de las ganancias anuales irán destinadas a colaborar con diferentes causas sociales.
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