Hervé Hasson (Saint Etienne, Francia, 1967) llegó a España en 2006 buscando un “cambio de vida” que finalmente ha encontrado en el mundo de la repostería y bollería. Tras pasar por varias localidades de la provincia, como Medina o El Puerto, el galo se ha establecido en Jerez, donde el pasado 2017 abría Le croissant francés, una panadería y pastelería que sigue los pasos de la tradición francesa para ofrecer un producto totalmente novedoso en la ciudad.
Hervé llegó a España a punto de iniciarse la crisis económica. Tras varios empleos, y establecido en la provincia de Cádiz, decidió emprender y montar un negocio relacionado con su país. Primero pensó en una tienda de productos gourmets franceses, algo que olvidó pronto viendo cómo flaqueaba la economía del ciudadano medio. Fue entonces cuando orientó su idea inicial hacia la bollería y pastelería. “Quería dar la oportunidad a los españoles de ofrecerles un producto nuevo para ellos”.
Le Croissant francés abría inicialmente sus puertas en diciembre de 2014 en El Puerto de Santa María. Sin embargo, Hervé ha decidido reubicarse en Jerez, una ciudad con mayor potencial comercial que la vecina localidad de la Bahía. Su tienda, ubicada en la plaza de Las Angustias, junto a la histórica capilla, desprende un agradable olor a mantequilla que obliga a entrar y, como mínimo, echar una ojeada a las vitrinas. En ellas, uno puede encontrar desde el clásico croissant —el producto estrella— a otros rellenos, bien con jamón y queso emmental (si se busca un sabor salado), bien con albaricoque. Pero también napolitanas, crestas, trenzas, medias lunas, pasteles de Belén… y todo, elaborado artesanalmente respetando la pura tradición francesa y utilizando ingredientes del país galo, como la mantequilla de Normandía, apunta.
Bollería artesana.
En cuanto a los panes, Hervé destaca que todos están elaborados con masa madre y realizados con las mejores harinas francesas. El cliente podrá encontrar desde las clásicas baguettes (rústica o integral) a otros panes menos conocidos en España, pero muy comunes cruzando los Pirineos: de nueces, de higos y de limón, todos ellos por encargo. El primero, Hervé lo recomienda para acompañarlo con jamón o queso; el segundo, más dulce, para tomarlo con chocolate o con patés; mientras que el de limón recomienda maridarlo con marisco o pescado. Hervé, más de una década en España, reconoce que en nuestro país “no he llegado a encontrar un buen pan”, y enumera las tres características fundamentales del pan galo: crujiente por fuera y tierno por dentro; su frescura —hasta de cuatro o cinco días la baguette rústica— y su intenso sabor.
En la coqueta tienda de Hervé, en la que prima el color morado, el goteo de clientes es constante, sobre todo a primera y a última hora de la mañana: vecinos, turistas y curiosos que vienen recomendados por clientes que se han convertido en habituales a pesar del poco tiempo que lleva abierto el negocio. “El boca a boca está siendo fundamental. Tengo aquí miles de folletos de publicidad que aún no he podido repartir por falta de tiempo, pero de momento no me está haciendo falta”, presume orgulloso.
Para los celíacos, Hervé ofrece de momento brownies de cholocate y borrachitos, y próximamente muffins. Para los que además de repostería gala buscan algo de la tierra, también oferta las clásicas tejas de El Puerto y dulces de Medina. Y para los más sibaritas, Hervé promete que de cara a Navidad traerá una selección de bombones belgas.
Le croissant francés, plaza de las Angustias, 4, abre de lunes a viernes de 8:30 a 14:30 y de 18 a 21 horas. Los sábados y festivos, en horario de mañana. Domingos cerrados. Teléfono 956 97 38 72.
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