Los pasajeros del vuelo 695 de Iberia, que despegó este domingo del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con destino a Catania, en la isla italiana de Sicilia, vivieron momentos de tensión después de que un viajero se desmayara en pleno vuelo. La situación generó alarma entre los pasajeros, quienes pidieron ayuda médica inmediata.
Según ha publicado 20minutos algunos de los presentes en la aeronave, la esposa del pasajero, un hombre italiano de 73 años que padecería hipertensión, alertó a los demás gritando por un médico. Varios profesionales presentes en el vuelo acudieron de inmediato, entre ellos un oncólogo riojano que se hizo cargo del paciente y logró estabilizarlo.
El desmayo del pasajero obligó a la tripulación a decidir si debía aterrizar el avión en el aeropuerto más cercano, situado a 30 minutos, o continuar el viaje hacia Catania, que aún requería aproximadamente una hora y media. Algunos médicos expresaron su preocupación por la falta de equipamiento básico en la aeronave, que no contaba con tensiómetro ni desfibrilador, lo que limitaba la capacidad de actuar ante una posible complicación.
Varios doctores
Finalmente, otra doctora que viajaba en el avión proporcionó un tensiómetro de su equipaje, lo que permitió monitorizar al paciente. Como el italiano mostró signos de mejoría, se decidió continuar el vuelo hasta Catania, donde una ambulancia esperaba para trasladarlo a un centro médico. Durante el resto del trayecto, el oncólogo supervisó su estado y se aseguró de que permaneciera estable.
Los pasajeros expresaron su sorpresa por la ausencia de equipamiento sanitario básico a bordo y cuestionaron los protocolos de la tripulación ante emergencias médicas. Algunos señalaron que la rápida intervención de los médicos presentes fue determinante para evitar un desenlace grave, subrayando la vulnerabilidad de los viajeros en situaciones de salud crítica durante los vuelos comerciales.


