El actor y humorista Dani Rovira ha anunciado la muerte de su padre a través de las redes sociales. Lo ha hecho con una emotiva carta en la que ha expresado su dolor y ha rendido homenaje a quien, según ha relatado, fue una figura clave en su vida personal y profesional.
Rovira ha recordado su infancia y los momentos que compartió con su padre. Ha explicado que “creció de su mano” y que su progenitor solo la soltaba para permitirle volar solo. Ha rememorado cómo le enseñó a montar en bicicleta, corriendo a su lado mientras sujetaba el sillín y celebrando cada avance, incluso tras las caídas.
El intérprete de Ocho apellidos vascos ha destacado la influencia que su padre tuvo en su trayectoria artística. Ha afirmado que “es lo que es porque sus sueños fueron su prioridad” y que su padre siempre creyó en él “en todos sus aciertos y en todas sus cagadas”. Con esas palabras ha reconocido el papel que desempeñó su apoyo familiar en su desarrollo profesional.
Tiempo para llorar
En la carta, Rovira ha confesado sentirse desorientado tras la pérdida. Ha escrito que, apenas dos días después del fallecimiento, nota “que algo falta”, como si hubiera “perdido el equilibrio de todo”. Ha comparado la ausencia de su padre con “la pérdida de una raíz” que hace tambalear todas las ramas y ha descrito el duelo como una lluvia de hojas que caen sin cesar.
El actor ha concluido su mensaje destacando la bondad y la nobleza de su padre, cuya “risa exagerada y disfrutona” ha dicho que seguirá recordando. Ha expresado su deseo de volver a escucharlo una vez más y ha pedido tiempo para llorar su pérdida antes de retomar la calma. Ha asegurado que, aunque el consuelo todavía no existe, la familia “seguirá cuidándose los unos a los otros” hasta que puedan sobreponerse a la tristeza.



