San Juan Crisóstomo, ‘Boca de oro’, nació en Antioquía hacia el año 349. Destacó como uno de los más grandes predicadores de la antigüedad cristiana. Su sobrenombre, Crisóstomo, significa boca de oro, en alusión a su elocuencia y a la fuerza de su palabra.
Ordenado obispo de Constantinopla, se distinguió por su firmeza pastoral, la claridad de sus homilías y su denuncia contra los abusos de poder y la corrupción. Esa misma valentía le acarreó la enemistad de autoridades imperiales y eclesiásticas, que lo enviaron repetidamente al destierro. Murió en el exilio el 14 de septiembre del año 407, pronunciando, según la tradición, la frase: “Gloria a Dios por todo”.
Su herencia espiritual permanece viva en la liturgia, en sus escritos teológicos y en su ejemplo de pastor entregado, razón por la que fue proclamado doctor de la Iglesia y es venerado como patrón de predicadores.
Otros santos y beatos del 13 de septiembre
- Beata María López de Rivas Martínez (María de Jesús): Carmelita descalza toledana, nacida en 1560. Sufrió acusaciones injustas dentro de su comunidad, que soportó con paciencia y fe. Murió en 1640 y fue beatificada por Pablo VI en 1976.
- Beata Gertrude Prosperi (Maria Luisa Angélica): Benedictina italiana nacida en 1799. Abadesa en el monasterio de Santa Lucía de Trevi, vivió marcada por visiones místicas de la Pasión de Cristo. Falleció en 1847 y fue beatificada en 2012.
- San Amato: Obispo y monje, ejemplo de vida austera y entrega pastoral.
- San Aigulfo: Mártir de los primeros siglos, venerado en diversas comunidades monásticas europeas.
- San Venerio de Tino: Ermitaño italiano, patrón de los fareros y navegantes del mar Tirreno, célebre por su vida de oración y penitencia.