Los momentos más sobresalientes de su historia, desde que dejaron de ser colectivos juveniles y entraron en la disciplina de sus parroquias, ambas hermandades lo han vivido juntas. Un 12 de enero de 2013, fueron erigidas como hermandad por el obispo Mazuelos. A la vez y en la misma ceremonia que se llevó a cabo en la Catedral. En 2019, las dos entraron en la Carrera Oficial y llegaron por primera vez a la Catedral en Semana Santa.
Este fin de semana han celebrado la efemérides por todo lo alto, como misa de campaña en Puertas del Sur, con los titulares presentes tras sendos traslados hasta el lugar donde se instaló el altar y un 'retablo' con los titulares; con centenares de hermanos, la presencia del obispo y sin que faltara la asistencia de la alcaldesa, delegados y la plana mayor del PP de Jerez.
Desde esas fechas fundamentales en sus recorridos histórico, Salud y Sed comparten muchas cosas, además de la amistad. La dos se ubican en la zona Sur de Jerez, San Rafael y San Juan Grande, esta última de más reciente creación, son sus sedes canónicas. Pero hasta llegar a lo que son hoy, el trabajo ha sido intenso.

Desde ayudar a levantar el edificio parroquial de Puertas del Sur, La Sed tuvo que ‘vivir’ en locales comerciales reconvertidos en capilla o tener que salir de un ‘tinglado’ de toldos. Una carrera llena de baches solo practicable teniendo ganas, vocación y mucho de trabajo. La historia de La Salud tampoco se diferencia mucho. Ya contaba con una parroquia, la de San Rafael, pero cada salida en Viernes de Dolores o Sábado de Pasión como Agrupación, fueron desde instalaciones efímeras de toldos, que algún año casi salieron volando por el mal tiempo.
Mil aventuras que se superaron con tesón y ganas hasta alcanzar el estatus actual donde ambas hermandades son reconocidas por el mundo cofrade de Jerez, tanto de a pie como el oficial. Tal vez, esos años tan intensos lleva al hermano mayor actual de La Salud, Jesús Huerta, a afirmar que ha sido un tiempo “que ha pasado volando”, con un objetivos que se van cumpliendo: “La hermandad ha cambiado en todos los sentidos: hacemos más vida parroquial, estamos volcados en el barrio y viceversa, el barrio nos quiere cada vez más; crecemos en número de hermanos y procuramos programas de formación”.

La entrada en Carrera Oficial en 2019 y la elección de su titular para el Vía Crucis de las Hermandades en 2022, fueron dos momentos que impulsaron a la cofradía. Pero hay un factor que marca el devenir reciente de la cofradía, el cambio de la talla de la imagen titular. El 21 de marzo de 2012 se bendice la nueva imagen original del escultor Fernando Aguado.
Su hechura llama poderosamente la atención por su calidad y unción. La devoción al Señor crece con rapidez y su poder de atracción sorprende incluso a los hermanos: “Está llegando a sitios que nunca pensábamos alcanzar”, subraya Huerta, que, refiriéndose al barrio en el que están, rompe estereotipos para afirmar que “no es tan malo como se dice”.
“Es un barrio humilde y de gente trabajadora que además se vuelca con la hermandad y recibe de nosotros cuanto necesita y está en nuestras manos llevarle”, manifiesta. La iglesia de San Rafael goza de una tradición asistencial muy sólida, potenciada y animada por sus diferentes párrocos.
Tanto es así que La Salud asumió como fundamento la caridad: “Estamos muy implicados, llevamos a cabo acciones diversas aportando alimentos y, en Navidad, dando juguetes a niños de 90 familias”. Sin embargo reconoce que han habido momentos duros como el tiempo de la pandemia que coincidió con la controvertida destitución del párroco de por aquel entonces. Este año estrenarán un soldado romano en el misterio así como piezas para su altar de insignias. Pero lo que más esperan es poder recibir en San Rafael a la imagen de la Virgen de las Aguas, titular de la cofradía.
Daniel Muñoz, hermano mayor de La Sed, también evalúa positivamente esta década que ha quedado atrás. “De empezar en un local comercial a estar ahora en una parroquia y con todos nuestros titulares es algo importante a la hora de pensar lo que hemos avanzado”.
La cofradía ubicada en la iglesia de San Juan Grande, en Puertas del Sur, fue la consecuencia final de involucrarse al máximo en levantar el templo parroquial, asumiendo el 50 por ciento del coste de la edificación. Allí reciben culto sus imágenes titulares y no cabe duda que las hechuras de las mismas dan carácter a la cofradía, especialmente el gran crucificado de la Sed, de Elías Rodríguez Picón.
La experiencia de haber tenido que abrir una capilla en un bajo comercial queda en el recuerdo: “Aquello fue un experiencia que nos puso las pilas en buscar soluciones por eso cuando se habló de crear la parroquia nos involucramos en ella desde el minuto uno”.
En cuanto a su ubicación, Muñoz reconoce que “es un barrio que hay que trabajarlo; es muy cosmopolita y bastante diferente, con realidades muy diversas, a los barrios de siempre de la ciudad”. Puertas del Sur es su campo de acción pese a la frialdad que transmite en lo cofrade, “pero poco a poco se está acostumbrando a la hermandad con sus actos y con los muchos niños que se van acercando a la cofradía”.
“Estamos en una situación maravillosa, creciendo y avanzando a pasos agigantados”, asegura el hermano mayor quien adelanta que se sigue, en lo patrimonial, con la talla del paso y buscar una ubicación para la casa de hermandad y seguir anclándose en su barrio. Un dato destacable, su nómina de hermanos “en diez años ha cambiado mucho en cuanto al origen de ellos; al principio era gente del barrio y ahora vienen desde todas partes, aunque la mayoría sigue siendo de aquí”.


