Bulos

Es evidente que los bulos se han convertido en estos últimos años, digamos que lo que llevamos de siglo XXI, además de ser un arma política para arrasar la reputación del contrario, en la forma de hacer política

Uno de los bulos desmentidos durante el confinamiento.
Uno de los bulos desmentidos durante el confinamiento.

Un bulo técnicamente es la propagación de una noticia o información falsa con un interés de que sea percibida y considerada como real. El uso y abuso de los llamados bulos no es nuevo, no vayamos a creernos —eso también es un bulo— que han surgido en los últimos años al calor de las redes sociales y la popularización de la comunicación masiva a través de mecanismos no habituales. Los bulos tienen una historia tan antigua como la vida misma, acompaña a los humanos desde que existimos y, por tanto, es inherente a la propia civilización, sea ésta del momento histórico que sea. Por ejemplo, nos ha llegado hasta la actualidad el bulo de que el pulgar hacia abajo es sinónimo de muerte a modo de como lo hacían los emperadores romanos en las peleas de gladiadores. Pues bien, no era así, más al contrario, el pulgar hacia arriba era la señal para dar muerte al derrotado.

Otro bulo que nos llega hasta nuestros días y, a pesar de que ha sido descubierto en su falsedad, se sigue insistiendo, es el que los masones, en sus asambleas o tenidas practicaban sexo entre ellos e incluso se decía que se comían a los niños, o ese bulo que los señalan como conspiradores en toda época contra todo tipo de gobiernos y estados. Y qué me dicen del bulo de que la famosa “gripe españolaª de 1918 surge en España; el bulo sigue funcionando aunque así se llamo a esa epidemia porque fueron los medios españoles los que informaron sobre ella, mientras los medios de información europeos se dedicaban a la primera guerra mundial.

Dicho todo esto, es evidente que los bulos se han convertido en estos últimos años, digamos que lo que llevamos de siglo XXI, además de ser un arma política para arrasar la reputación del contrario, en la forma de hacer política, ya no solo es el bulo contra alguien es la manera de hacer política en beneficio del que distribuye esa información falsa. Nos entendemos: lo importante no es lo que hagas, la acción de tu gobierno, el partido…lo importante es lo que digas independientemente de si es verdad o no. Se busca un efecto y el efecto daña a alguien y beneficia a otros.

Fíjense en estos bulos, fácilmente detectables como tales bulos, pero en los que se apoyan directamente las formaciones de la extrema derecha, los medios de la extrema derecha, las personas de extrema derecha y las empresas de extrema derecha, para hacer política:

“España es un infierno fiscal”. Con esta repetida frase se intenta llevar a la población la idea de que los impuestos en nuestro país son tan altos que impiden el desarrollo normal de las personas. Sin embargo, por poner solo un ejemplo, España, en cuanto a los tipos medios de IRPF, está a la cola de la zona euro con un 21,1%. Por encima están todos, desde Portugal, Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Grecia…y así todos. Sin embargo se sigue insistiendo en la idea de que España es un infierno en cuanto a impuestos.

Otro bulo relacionado con el anterior es el de que la izquierda sube siempre los impuestos y la derecha por sistema los baja. Sin embargo, con el gobierno de Rajoy subieron el IRPF en cinco ocasiones, con carácter general dos veces el IBI, cuatro veces el impuesto de sociedades y llegaron a establecer hasta un impuesto al sol, que es como se popularizó la tasa por renovables.

Bulo también reciente es el que dice que el Gobierno se carga la asignatura de Filosofía de las aulas. Sin embargo, quien acabó con esa asignatura en su carácter obligatorio fue el gobierno de Rajoy. El gobierno actual no solo la mantiene como optativa en algunos cursos, sino que la devuelve como obligatoria en segundo de bachillerato. Abascal es el lanzador del bulo, a sabiendas que es un bulo, aunque habida cuenta el adanismo intelectual de ese señor, es posible que se lo soplaran al oído y sin mediar comprobación, hizo el trabajo sucio de ensuciar. Todo un ensuciador.

Por último, en relación con la inflación, se ha dicho y repetido hasta la saciedad, el bulo de que la inflación en España es la más alta de Europa, cuestión esta que es falsa, y para saberlo solo hay que coger los datos oficiales que ofrece la Unión Europea. Por ejemplo, de momento, Polonia y Holanda la tienen claramente más alta que España.

Es una forma de hacer política, es la manera que han encontrado desde la extrema derecha para acercarse al poder. La desinformación masiva, el meter miedo infundado a la población. Mentir, aunque la mentira sea tan ruda que dé hasta risa, siempre hay quien la compra. Mentir mil veces para que las mentiras parezcan verdades. Goebbels lo hizo en la Alemania nazi, y ese es el modelo que la derecha populista ha acogido en todo el planeta para llevarnos a un nuevo orden: el del totalitarismo, el del populismo faccioso a través de la manipulación de las mentes a base de, a su vez de la manipulación informativa. También en España. Y funciona, aunque como dijo Lincoln, se puede mentir a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.

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