Imagen del oso polar desnutrido compartida por Kerstin Langenberger. / KERSTIN LANGENBERGER / FACEBOOK
Imagen del oso polar desnutrido compartida por Kerstin Langenberger. / KERSTIN LANGENBERGER / FACEBOOK

Agradezco enormemente a lavozdelsur.es el hueco que me ofrece como columnista de opinión, ventana que abro hoy con la ilusión del que inicia un nuevo curso, sin saber cuán tortuoso será el camino, o qué retos afrontará en cada recodo.

Como maestro de primaria, recuerdo esas mariposas en el estómago que nunca desaparecen ante el primer día de clase, cuando enfrentas el reto de aprender de tus nuevos alumnos, la misma cantidad de enseñanzas que intentarás inculcar, en un ejercicio educativo complejo y completo, que no siempre se consigue.

Quizás el titular de este primer artículo resuene en la memoria de algún lector, sobre todo de aquellos que peinen canas y hayan sentido pasión por un deporte, que esta semana vuelve a estar presente en nuestros hogares, bares, charlas y corrillos, como es el baloncesto y el mundial que se está disputando en China, que vuelve a ofrecernos la satisfacción de las victorias, que nuestra selección siembra cada semana, para volver a recolectar un metal que se ha convertido ya casi en una tradición.

Pero en los setenta no era así, nuestro nivel era mucho más humilde, hasta que una generación de jóvenes irrumpió casi de la nada, y en aquel lejano ya agosto de 1982, consiguió la primera victoria en partido oficial contra Estados Unidos en el mundial de Colombia, un partido que escuchamos por la radio, y leímos en la prensa, dado que la señal de TV simplemente no llegaba.

Y este titular, fue el que en diario As, el periodista Martín Tello firmó en su crónica de tal hazaña, ya que por aquello del cambio horario, la madrugada era el horario habitual de aquellas batallas baloncestísticas que nos engancharon a ese deporte de por vida.

Titular que podría servir en 2019, para explicar la realidad social y ambiental que afrontamos, y la falta de información veraz que aporte conocimiento, para poder siquiera intentar impulsar alternativas que nos den una oportunidad de solventar las diferentes crisis que cercenan los propios pilares de nuestra sociedad.

Muchos dormitan sin saber o sin querer conocer, unos pocos soñamos con hacer realidad las propuestas que cambien el rumbo de nuestra nave evitando el inminente impacto del que somos avisados por los abrumadores datos de informes científicos, y todos somos necesarios para conseguirlo.

Porque cuando tu casa está en llamas, se inunda, o un ser querido enferma, actúas ante dicha emergencia de manera ágil y eficiente, no te quedas durmiendo.

Y estamos ante una Emergencia Climática, somos la primera generación en saberlo y la última en poder ponerle remedio.

Estos días el diputado de EQUO en el Congreso, Juan López de Uralde ha solicitado que España declare la emergencia climática, como así hemos solicitado en el pleno de Rota, y ha sido aprobada nuestra propuesta por unanimidad en el pleno de Puerto Real.

Iremos desgranando propuestas en próximos artículos, que hagan frente al reto de esta emergencia, que a la vez es una oportunidad para vivir mejor, generando empleos dignos y de futuro, potenciar nuestros recursos naturales renovables y sostenibles, reducir los residuos y convertirlos en recursos, comarcalizar la producción de alimentos y bienes de consumo, mejorar la eficiencia y ahorro energético en la movilidad de personas y productos, cuidar de nuestros suelos, bosques y campos para mejorando su salud mejorar la nuestra, gestionar de manera eficaz el consumo de agua y cuidar de nuestros ríos, playas y zona litoral, todo ello desde las propuestas que la ecología política ya está desarrollando en muchos lugares de Europa, y desde el propio Parlamento Europeo donde somos la cuarta fuerza política en esta legislatura 2019-2024.

Porque no hay planeta B, debemos cuidar el que tenemos, nos va la vida en ello.

Mateo Quirós Hernández

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído