Un país

oscar_carrera-2

Estudió filosofía, estética e indología en las universidades de Sevilla, París y Leiden. Autor de 'Malas hierbas: historia del rock experimental' (2014), 'La prisión evanescente' (2014), 'El dios sin nombre: símbolos y leyendas del Camino de Santiago' (2018), 'El Palmar de Troya: historia del cisma español' (2019), 'Mitología humana' (2019) y la novela 'Los ecos de la luz' (2020). oscar.carrera@hotmail.es

Mensaje en la luna de un coche.
Mensaje en la luna de un coche.

Un país de coches polvorientos. De avenidas de coches polvorientos. "LÁVALO"; "GUARRO"; "SO CERDO". Ya puede costar un euro lavarlo, que mejor nos lo ahorramos. No vaya a ser que. Un país donde en vez de entrar cuatro brazos al día en un contenedor entran dieciocho, de los cuales catorce lo hacen a una hora en la que nadie puede verlos. Un país donde continuamente hay que reponer en los supermercados papas y pan, pero no kétchup y chacinas. Un país en crisis, pero, ¿en llamas? ¿en guerra? No, sólo cascado. Quebrado en los pequeños detalles.

Un país donde la austeridad no refleja simplicidad, sino resentimiento. Un país de bebés que siguen soñando en sus cunas con los angelitos del contrato/pareja/hipoteca/piso/niños/jubilación/... Donde los radicales sólo quieren volver al día antes de perderlo todo y los conformistas niegan que el sol sale y las nubes llueven. Un país sintonizado con un mundo que no se hundió ayer, ni anteayer, sino hace una década. De masas que actúan como si a un mono le dieras un sable y, tras quitarle la "piel", se lo comiera.

Un país donde muchos viven en los ochenta, bastantes en los noventa, algunos en los cincuenta, poquísimos en el presente y del futuro ¿para qué hablar? Un país a remolque. De despensas cargadas de miedo en conserva. Donde desciende el número de nacimientos y aumenta exponencialmente el de los simpas. Y aquí seguimos los mismos canallas.

Como diría un buen amigo: "¿Hablamos de Ex-paña?" Ustedes dirán.

Por mi parte, desde pequeño imaginé que no viviría la misma vida que mis padres. No me llamen clarividente. Lo que no adiviné fue cómo sería la vida. Y qué es la vida dejémoslo, como siempre, para otro día. Para otro siglo.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído