Andaba yo preocupado porque el Partido Popular quería que se encendiera el alumbrado navideño antes de la Inmaculada Concepción. En la liturgia, es importante eso de los tiempos y encender un belén antes de que la virgen supiera nada de su embarazo era un disparate.
Pero yo siempre digo que no debemos poner límite a nuestra capacidad de asombro, porque Jerez de nuevo lo supera todo y nos convierte en la oda al disparate nacional cuando a los cofrades se les ocurre sacar a un paso, con la figura de Jesús poco antes de ser crucificado, mientras en las calles jerezanas se celebran las Zambombas que no es si no hacer mucho ruido, con canciones populares anunciando que el niño Jesús (el chico, no el grande del paso) va a nacer.
Paradójico. Como si de Regreso al Futuro se tratara, en Jerez nos disponemos a crucificar a Jesús mucho antes que el mismo Herodes le persiga y mate a muchos inocentes sin conseguir encontrar a Jesús que huyó con sus padres a Egipto.
¡Qué le vamos a hacer! ¡En el mundo cofrade hay una parte que parece no saber vivir con la humildad que exige el Evangelio y que necesitan tener un paso en la calle continuamente para sentirse completos!
Y no, no es cofradefobia, palabreja inventada para definir lo que es la crítica normal que hacemos los cristianos que nos escandalizamos ante estos comportamientos tan lejos de lo que predicaba Jesús porque aquí, que yo sepa nadie tiene miedo ni odio al mundo cofrade.
Este Año Santo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco tiene como esencia, según sus palabras: Despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina (…) y hace un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ”promotoras o cómplices’‘ de la corrupción. En definitiva, que la Iglesia nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar.
¿De verdad pensáis, después de leer la bula papal, estimados cofrades, que el papa Francisco ha convocado el Año Santo de la Misericordia para que saquéis un paso a la calle en pleno Adviento, con más olor a anís que a incienso?
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