Hace unos días desde Fundación Savia le trasladamos al Consejero de Agricultura un escrito sobre la gran preocupación e inquietud sobre la correcta aplicación en Andalucía del Plan de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, dado que se sigue teniendo una prevalencia del 6,57% de rebaños positivos tras casi 40 años de su ininterrumpida aplicación.
Hace diez años dirigimos un amplio informe a la señora consejera de Agricultura y a sus asesores en el que exponíamos la grave situación económica y emocional que estaban atravesando los ganaderos de extensivo debido a la desprotección administrativa y agobio burocrático que sufrían; y sobre todo al alto número de animales que se les estaba sacrificando por la aplicación del Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina.
En el escrito describíamos que, desde nuestro punto de vista, este Plan Nacional de Erradicación se estaba realizando de una forma incorrecta, ya que no se estaba actuando a la misma vez sobre la fauna silvestre (jabalí y ciervo principalmente) que en realidad eran los grandes reservorios y huéspedes del bacilo de la Tuberculosis, que excretaban y transmitían al ganado vacuno a través del agua y los pastos contaminados. Hacíamos mucho hincapié en ello, porque no encontrábamos otra explicación tras el rotundo fracaso de casi 40 años de su intensa aplicación solo sobre el ganado bovino (desde el año 1987, con nuestra entrada en la CEE).
Como en aquellos momentos “nadie de la Administración quería oír hablar de la tuberculosis en la fauna silvestre” ignoraron nuestra argumentación y advertencia. Por ello, transcurrido un año sin recibir contestación alguna de la Junta de Andalucía, decidimos publicar un artículo en la prensa estatal. El artículo publicado en diversos medios de comunicación especializados llevaba por título: “¿Es correcto el Plan de Erradicación de la Tuberculosis Bovina?”, y por subtítulo: “Algo se hace mal si la prevalencia aumenta pese a los miles de sacrificios”.
La hipótesis que desarrollábamos se está cumpliendo paso a paso, y aquel decálogo que hicimos, siguiendo las directrices marcadas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), sigue siendo ignorado administrativamente hoy, aunque todo apunte a que son los animales silvestres, y no el ganado vacuno, la causa principal de los malos resultados obtenidos con la aplicación de este “Plan de Erradicación”, pues es imposible erradicar una enfermedad bacteriana multihospedador que ya está localizada endémicamente en la fauna silvestre, actuando solamente sobre el ganado vacuno. Eso es lo que ya advertíamos hace 10 años, y hoy lo confirman todos los datos que la Administración incluye dentro del actual Plan Nacional de Erradicación (2023).
Por todo ello, y partiendo de la base de que los veterinarios de campo hacen perfectamente el trabajo que se les manda, aplicando adecuadamente el protocolo de la prueba de tuberculinización sobre el ganado bovino, nos dirigimos a sus responsables administrativos recordándoles que:
1. Andalucía sigue estando en resultados en la cola de España, ya que es la comunidad autónoma que tiene mayor cantidad de rebaños positivos (el 30% de toda España), y también es la que sacrifica mayor cantidad de animales positivos (el 40% de todos los sacrificados a nivel nacional), cuando, desgraciadamente para todos nosotros, solo posee el 6% de las explotaciones de bovinos, y solo tiene el 8% del censo de ganado sometido al Programa de Erradicación de la Tuberculosis en toda España.
2. También, desafortunadamente para toda Andalucía, se confirma que la aplicación de este incorrecto Plan de Erradicación de la Tuberculosis Bovina ha provocado la penosa circunstancia de que seamos la Comunidad Autónoma en la que existen mayor cantidad de jabalíes tuberculosos (especie invasora de imprevisibles consecuencias sanitarias) y de ciervos afectados por Tuberculosis (el 60% de los jabalíes analizados y el 30% de los ciervos), lo que paralelamente se traduce en que las comarcas andaluzas con mayor presencia de jabalíes y ciervos enfermos sean también las que presentan mayor cantidad de bovinos positivos de Tuberculosis.
3. Por tanto, seguimos creyendo que si se quiere erradicar esta contrastada tuberculosis animal existente en nuestros campos y dehesas habrá que actuar también sobre la numerosa fauna silvestre con Tuberculosis endémica que existe en ellas, además de tomar las medidas de bioseguridad que se consideren necesarias.
Desde la Fundación Savia pedimos a los responsables de la producciónanimal de Andalucía que reflexionen sobre la gestión, en nuestra opinión inadecuada, que se está realizando con la ganadería extensiva en general (con una disminución alarmantemente del número de explotaciones y de cabezas ganado)…, y en cuanto al actual Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis, si es posible, que se rectifique y ponga el foco en la fauna silvestre, que es donde radica el principal problema, cambiando las estructuras y objetivos de este inconcluso Programa de Erradicación (imposibles de alcanzar) y se sustituya progresivamente por un Programa de Control de la Tuberculosis Animal (que sí es posible alcanzar).
Si se continúa por el camino actual, lo que se está consiguiendo es despoblar el campo de gente y de animales domésticos (bovinos, ovinos, caprinos y porcinos), que son un ganado fácilmente manejable (y controlable sanitariamente), que además produce una carne genuina, sana y de excelente calidad, y que también sirve a la sociedad como herramienta de conservación medioambiental de unos valiosísimos ecosistemas pastoreables (dehesas); y, sin embargo, están siendo equivocadamente sustituidos por abundantes montes leñosos (con altos riesgos de incendios), ocupados por superpoblaciones de una fauna silvestre peligrosamente descontrolada y potencialmente portadora de enfermedades zoonóticas de desconocidas consecuencias. Todo lo contrario de lo que persigue la Unión Europea con la implantación del concepto sanitario, mundialmente imperante, UNA SOLA SALUD (ONE HEALTH) que es la base y el futuro de una BUENA SANIDAD PÚBLICA.


