Bosque con luminarias solares. Un bosque poético en la Sierra de Segura, en una imagen cedida por Pablo Martínez-Calleja, columnista de lavozdelsur.es
Bosque con luminarias solares. Un bosque poético en la Sierra de Segura, en una imagen cedida por Pablo Martínez-Calleja, columnista de lavozdelsur.es

Todos en algún momento de nuestra vida hemos deseado escapar del tumulto y refugiarnos en un lugar remoto, silencioso; donde poder reflexionar y bajar las pulsaciones de nuestro corazón. Olvidamos con demasiada frecuencia darnos un respiro, ocuparnos de sanar emociones, superar pérdidas insustituibles… echamos mano a la manida frase de "el tiempo lo cura todo", pero curar no es exactamente lo mismo que sanar. No es tiempo lo único que necesitamos si queremos sanar verdaderamente.

El verbo curar hace referencia a la recuperación de una parte de nuestro cuerpo dañada, la desaparición de una dolencia física; mientras que sanar abarca algo más profundo e interno que tiene más que ver con las emociones, la mente o el espíritu. Por lo tanto, es necesario concedernos ese momento espiritual para cerrar heridas emocionales y liberar culpas/exigencias que nos auto imponemos. 

Yo, por ejemplo, perdí a mi madre en el mes de septiembre y aún sigo sanando, pero en lugar de guardarme la tristeza la escribo/comparto en Facebook y me doy cuenta de que el proceso de duelo es similar en todos nosotros. Mi gran amigo Paco Casero (presidente de la Fundación Savia) y su familia atraviesan una situación similar a la mía, falta la esposa/ madre insustituible. Tanto él como yo amamos todo lo que tiene que ver con entornos naturales, lo deshabitado, las causas perdidas, la literatura, la poesía... las personas que son de verdad como Felipa Marín e Isabel Montes 'Yeye'. Ellas no se conocieron, sin embargo tenían muchas cosas en común. 

De estas dos ausencias, ha nacido la idea de crear el Primer Bosque Poético del Mundo. La unión de naturaleza y poesía alivian el dolor invisible -ese que se esconde en la médula espinal- mejor que cualquier analgésico. El primer paso ha sido la organización del l Concurso Internacional de Poesía Rural a través de las entidades: Fundación Savia y Finca Ecológica Bonilla. El concurso consta de dos categorías, una para mayores de 23 años que llevará el nombre de mi madre -Felipa Marín- y otra para jóvenes entre 15-22 que llevará el nombre de la mujer de Paco Casero -Isabel Montes 'Yeye'-. El deseo es potenciar la creación poética con temática relacionada con la despoblación, el cambio climático, la naturaleza y el paisaje rural.

Felipa Marín representa a las mujeres anónimas de la Sierra de Segura, ha luchado para sacar a sus 12 hijos adelante, trabajando en el campo, viviendo en un cortijo prestado por el dueño de las fincas que trabajaba hasta que pudo tener su propia casa. Sencilla, sonriente, feliz y trabajadora incansable.

Isabel Montes o 'Yeye' destaca -entre otras muchas cosas- por su entrega a los demás sin esperar nada a cambio, su generosidad sin límites, su capacidad de escucha, su admiración por los más jóvenes y ganarse el cariño de los que la conocían. 

Una vez organizado el concurso, con un jurado excepcional y premios importantes, toca elegir un lugar que reúna las características necesarias para crear un bosque tan singular. El entorno del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas- en Jaén- es perfecto, en un pequeño pueblecito que representa la despoblación de una comarca, pero que es una tierra mágica y sanadora del espíritu. La Finca Ecológica Bonilla está en el término municipal de Torres de Albanchez, la localidad a la que hago referencia. Un lugar en el que el tiempo se detiene, los días/ horas las gobierna el sol, el canto de los pájaros, las chicharras; luego las estrellas y los grillos se amontonan para traer el sueño. 

Allí viven árboles centenarios -encinas y robles- que formarán nuestro Bosque Poético. Por ellos, se diseñará un camino y a veces habrá un banco bajo su sombra que esperará al caminante para descansar/admirar la belleza de la naturaleza o escuchar cómo es su canto. Junto al banco, una selección de libros para ennoblecer al lector y a los pies del árbol -adherido a una placa de resina- un poema de un autor o autora consagrado, de reconocido prestigio en el mundo literario, hablará de despoblación, cambio climático, naturaleza, paisaje rural y/o valores. Un código QR ofrecerá la biografía del poeta o poetisa y su obra literaria para que aquellos que lo deseéis podáis profundizar en su trabajo. 

Los poetas o poetisas galardonados elegirán uno de sus poemas para colocarlos al pie de uno de esos árboles añosos/sabios y entrarán a formar parte del Primer Bosque Poético del mundo. Que nació de una pérdida, de un proceso de sanación espiritual.

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