manifa_recuperacion_casco_historico-15.jpg
manifa_recuperacion_casco_historico-15.jpg

Es necesario el compromiso político y el compromiso ciudadano, mostrando una actitud concienciada e identificada con la importancia que tiene para una ciudad como Jerez la salvación y puesta en valor de su centro histórico.

... Y nada permanece. Esta célebre frase de Heráclito de Éfeso, el Oscuro (siempre los clásicos para buscar explicaciones a situaciones actuales), es el paradigma del constante movimiento en el que se supone que están todos los elementos de este mundo, tanto a nivel físico como a nivel filosófico. Al hilo de esta sentencia, el mismo pensador decía que nunca nos podemos bañar dos veces en el mismo río. Dicho de otro modo, yo me puedo bañar hoy en el Guadalete y mañana, cuando vaya otra vez al mismo lugar del Guadalete a bañarme, no será igual, ya que tanto el río como yo no seremos los mismos.

Esta teoría, que sobre el papel puede parecer en principio de difícil comprensión, me sirve para montar una especie de conclusión a esta serie de artículos que he venido publicando durante las últimas semanas sobre la manifestación que ayer se celebró por el patrimonio, la habitabilidad y el mantenimiento del comercio tradicional en el centro histórico de Jerez. Debo advertir que hablo de la marcha en pasado, aunque escribo estas líneas prácticamente veinticuatro horas antes del comienzo de la misma.

Mismo lema, misma pancarta, mismos convocantes, mismo punto de inicio y mismo final. Hasta las velas y los carteles con fotos de edificios ruinosos serán los mismos. Nos vamos a bañar en el mismo río en el que ya lo hicimos el pasado 17 de enero. ¿Cuál es la diferencia, el punto que marca ese fluir de las cosas? No nos engañemos: sobre el terreno no se consiguió nada con la manifestación de enero. Me podéis decir que lo de la plaza Belén es un cambio sustancial, y es cierto, pero sinceramente no creo que sea algo atribuible a la manifestación, sino al final de los interminables plazos administrativos que hay que seguir para mover hasta el más pequeño de los dedos de un pie en el centro histórico.

No, definitivamente no se vieron resultados palpables… en el plano físico. Y es que, si en algo podemos decir que hemos notado la diferencia, es en el grado de concienciación de la gente con la que hablamos o de lo que leemos a través de las redes sociales. Ese aspecto, que ni mucho menos es baladí y que desde el principio fue el objetivo final de todo esto, hace que esperemos más participación que en la marcha de enero. Y no me malinterpretéis: más participación solamente implica que seamos más gente identificada con el sentido de la manifestación, ya sea desde casa o participando físicamente del evento. Si sobre el terreno en la anterior fuimos cien y en esta somos ciento diez, los medios van a seguir reflejando que fuimos cien, pero el matiz que se obviará es lo que marcará la diferencia, lo que hará que ni el río ni yo seamos los mismos del día anterior. Y os digo una cosa: simplemente con que seamos uno más habremos cumplido el objetivo, porque si en algo debemos destacar es en la paciencia, en saber que esto es una labor de años, pero también en la determinación de que estamos actuando correctamente. Y eso, amigos, lo sabemos y estamos completamente convencidos de ello.

Otro aspecto que se puede tomar como punto de inflexión positivo dentro de la sentencia de Heráclito, es uno que, por simple, no hay porqué obviarlo: el hecho de tocar fondo. Tanto a nivel patrimonial como poblacional, el centro histórico de Jerez está tocando fondo. Hay que tener presente que, una vez que los edificios patrimoniales se pierdan por el motivo que sea, no será tocar fondo, será desaparecer completamente, lo cual constituye un escenario que ni siquiera planteo. A nivel comercial también vemos una decadencia evidente, a pesar de los esfuerzos de esos héroes comerciantes que se siguen aferrando al centro e inoculando energía positiva a todo el que pasa por aquí, pero la realidad es la que es. Y por mera lógica solamente hay un camino que tomar cuando se toca fondo, que es el de ir hacia arriba, levantarse y resurgir. No es este un proceso que se genere espontáneamente, sino que es necesario el compromiso político, con las administraciones al frente, y el compromiso ciudadano, mostrando una actitud concienciada e identificada con la importancia que tiene para una ciudad como Jerez la salvación y puesta en valor de su centro histórico.

Ya digo que no sé lo que pasará en la manifestación, aunque espero que sea un éxito por el bien de toda la ciudad. Siempre con la intención de que sea la última marcha que haya que convocar en este sentido, espero que la gente, cada vez más, concienciada y con las ideas claras, participe y se moje, porque el fin lo merece. En este fluir de la vida en el que todos participamos desde el lugar que hemos escogido, espero que nos encontremos en esta reivindicación, para que no permanezca ni una muestra de olvido, de abandono, de mala gestión y dejadez. Merecerá la pena haberlo hecho, sin duda. 

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído