Un edificio destruido, durante la guerra en Ucrania.
Un edificio destruido, durante la guerra en Ucrania. CONTRETEMPS.EU

Se cubría el miedo con un trozo de tela, cada vez que la tierra retumbaba a sus pies. Hacía algún tiempo que ya apenas escuchaba nada. En sus oídos, percibía un pitido continuo y agudo, y sentía como si la vida, estuviera a punto de acabarse. A través de una de las rasgaduras del paño, vio detenerse a su lado, una de las botas negras que dejaban huellas en el barro y que dificultaban a menudo su marcha. Moy flag(Mi bandera), le reprendieron desde arriba, por suerte el soldado, a pesar de despojarle de lo único que poseía hasta entonces, siguió avanzando.

Un niño con casco y pistola aparece apresurado, solo tiene unos años mas que ella, “busca el punto azul”, le gritó desde la distancia. Un hombre con el mismo aspecto que el abuelo Zaka, le ofreció una botella de plástico con apenas unas gotas de agua. La bebió con ansia mientras el anciano, esperaba a que le devolviera el envase para continuar su camino. Iryna, permaneció allí de pie, secándose con su maraña de pelos, algunas lágrimas que se le escaparon, al recordar como su madre lloraba, cuando aquellos hombres apresaron al abuelo.

Empieza a llover y no hay donde refugiarse, allí donde pisaba todo se transformaba en lodo que penetra hasta sus pies, a través de los desgarros de sus zapatos. En sus pies, los dedos le pesaban y le sangraban a la vez, tomó un trozo de cartón que encontró en suerte y que ilusamente, pensó que la protegerá del agua. Espera sentada con la esperanza de que el mal tiempo y las bombas, dejen de caer, el aire huele a pólvora y a solo dos metros de ella, oye el llanto de una niña asustada.

Rectando por el lodo, para no ser tragada por este, alcanza a la pequeña, ofreciéndole un brazo para alzarla a la superficie. Sus fuerzas no son suficientes. Iryna le canta una bonita canción de primavera, y la criatura, cierra los ojos y cesa en su llanto. Uno de los camiones de la muerte la despierta al detenerse junto a ellas. Un hombre con chaleco rojo, tira de la pequeña que no abre los ojos y se la lleva en brazos, “Sigue un poco más y encontrarás el punto azul”, le dice, y le da una pequeña barrita envuelta en papel de plata, y que tal como le hubiera indicado su madre, no dudo en comerse. Caminaba deteniéndose a veces a buscar “El punto azul” que todo el que se le cruzaba,  decía que debía encontrar, de vez en cuando, levantaba plásticos y restos de todo tipo, por si lo hallaba oculto entre los mismos. Ni siquiera se había preguntado que le traería de bueno encontrarlo, pero la determinación con la cual todos insistían en ello, lo había convertido el algo que deseaba tanto, como el mantenerse con vida.

Tenía sed, hambre, frío, sus pies estaban amoratados, pero sabía que no podía permitirse llorar, porque además de perder fuerzas en ello, temía acabar hundida en el lodo hasta que el camión de la muerte, fuera a buscarla. A lo lejos entre la espesa niebla que ahora lo cubría todo, alguien agitaba sus brazos indicándole que se dirigiera en esa dirección. Iryna, avanzó despacio y con temor gritaba, Busco el punto azul, busco el punto azul. Un débil hilo de voz salía de su garganta.

Despertó inquieta y llorando como debiera poder hacer cualquier niña de cinco años. Se encontraba tumbada bajo la protección de una lona azul , y arropada con mantas. La pequeña abrió los ojos, y los volvió a cerrar. El pitido de sus oídos había desaparecido, y aunque no entendía lo que decían las voces que estaban a su alrededor, se sintió viva y a salvo.

El 20 de Febrero de 1994 Carl Sagan, publica uno de los libros más importantes de divulgación científica. Un punto azul pálido.

“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida”.Un punto azul pálido, Carl Sagan.

En tan solo las primeras semanas, la guerra provocó una gran devastación para los niños y las niñas de Ucrania. Todos ellos, necesitan urgentemente paz y protección. Necesitan sus derechos. Algunos desde sus inicios, el pasado 24 de febrero, seguimos reclamando un alto el fuego inmediato, y exigiendo que se protejan a los niños contra cualquier tipo de amenaza. Las infraestructuras básicas de las que dependen los niños, incluidos los hospitales, las escuelas y los edificios en los que se refugia la población civil, nunca deben ser objeto de ataques.

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